UN HOMBRE ESPERA EN EL DESIERTO


¡La caravana pasa!
¿Adónde va soñando?
¿A dónde va el polvo del camino,
sino siempre hacia delante
y hacia el espacio?

Estos versos son del poeta Richepin. Jean Richepin nació en Argelia. En la Argelia francesa. Debe haber sido un nómada consumado. ¿Conoció a la Hamada? ¿Quién sabe? En la memoria de cualquier nómada, en su sangre, en sus venas abiertas al viento, en todas sus células hay una caravana que sueña y no se detiene. A pesar de la espera.

«la arena de los relojes hizo crecer el desierto» canta Ismael Serrano. También hizo crecer nuestra calma y paciencia, nuestra resistencia, nuestra pena y congoja por los que ya no están. ¿Cuántos saharauis han muerto en el exilio? Se calcula que son más de doscientos mil los enterrados en los cementerios de la Hamada.

Las generaciones de saharauis que no conocieron El Aaiún, Bojador, Smara, Auserd, Legüera o Dajla sienten nostalgia, aunque no hayan estado en su verdadera tierra. Curiosamente esa nostalgia está en la dulce armonía de los acordes, que Ismael Serrano vuelca en este espléndido homenaje al pueblo saharaui.
«Desde los acantilados/De Bojador cantan las olas:/Basta ya de derrotas»/.

Un hombre espera en el desierto (y con él todo un pueblo), hasta lograr aspirar las bocanadas brisas frescas de la libertad.

Liman Boisha    

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