En las bibliotecas Bubisher, en los colegios, en las dairas…el libro fue el gran protagonista en una jornada en la que la imaginación de los niños, el trabajo de las bibliotecarias y la participación de jóvenes y adultos se sumaron para promocionar la lectura en los campamentos. Fue un día especial, aunque, a decir verdad, todos los días son varios los libros que se abren para que entren los niños a descubrir mundos fantásticos, muchos los que se prestan a jóvenes con inquietudes y a adultos que aman la lectura. Es bonito celebrar el día del libro, pero más emocionante es saber que los libros tienen vida, salen de las estanterías, van y vienen, se abren con ganas y se cierran con la sensación de haber disfrutado del tiempo de lectura.