En el mar de la imaginación

 

_MG_0522Arden las piedras, la tierra se endurece. El cielo sin una nube se desploma sobre las jaimas a más de 50º C.  El aire es fuego. Y la vida sigue, más lenta, pero sigue. Miles de niños  en los campamentos, sin piscinas ni playas, juegan en sus jaimas, y ríen y escuchan las historias que , tal vez, les cuentan sus padres o sus abuelos. Porque los niños son capaces de encontrar la fórmula de adaptarse a las circunstancias externas más adversas si se sienten queridos y protegidos.

 Y a lo mejor, cuando todo se detiene porque el sol ya no permite ningún movimiento, cuando todo es silencio a su alrededor, en ese lugar donde se guardan los mejores recuerdos aparezca la voz de Fetrana contándoles un cuento sobre el mar, las manos de Alghailani dibujando medusas, la mirada de Brahim mientras construyen peces con platos de plástico y papeles de colores, la seriedad de Lafdal recitando un poema de marineros, la risa de Saad invitándoles a ser piratas por un día o la bondad de Ahmed cuando les abre un libro lleno de barcos y de olas .

Todos ellos están hoy en los campamentos, a más de 50ºC, sin piscinas y sin playas, pero casi seguro que nadando en el mar de la imaginación.

Y a  todos ellos queremos recordarles hoy con especial cariño y admiración. Por su resistencia. Por su permanente lección de vida.

 

2 respuestas a En el mar de la imaginación

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