Todo empezó con un viejo bibliobús y un joven y entusiasta periodista, Alghailani Mohamed. Era el año 2012 y Auserd se unía al proyecto Bubisher. Después llegó la primera biblioteca, humilde pero cálida. Y un buen día, apareció Gajmula y creó el primer jardín del Bubisher. La pequeña biblioteca se embelleció y embelleció a todas las demás, ya que, siguiendo su ejemplo, también crearon sus propios jardines.

Flores y niños, jóvenes interesados en la cultura, escritores, voluntarios, maestros, maestras y bibliotecarios saharauis crearon un ambiente cultural en torno a una biblioteca que se quedó pequeña.

En octubre de 2019 se empezó a fraguar la construcción de lo que hoy ya es una realidad; una biblioteca amplia, luminosa y llena de sueños.

El primero de ellos, que solo sea temporal, que pronto tenga que cerrar sus puertas para abrir otras bibliotecas Bubisher en un Sahara libre.

El segundo que, durante la espera, la cultura llegue a toda la población de la wilaya, que todos sientan este espacio como un refugio de paz, entendimiento, intercambio de ideas y compromiso con la formación de las nuevas generaciones. Gajmula, Mohamed y Galuha, el gran equipo que pilota esta nueva nave de cultura, acompañarán y orientarán a los lectores en todo lo que necesiten. Su experiencia, entusiasmo y calidad humana les harán sentir como en su propio hogar.

El tercer sueño es que esta biblioteca permita a todos soñar con un mundo sin fronteras, sin muros, un mundo en el que todos los niños puedan crecer con un libro en las manos.

Mahamed Lamin, Sidahmed, Jatri, Aziz, Saad, Fatimetu, Ahmed Mahmud, Labeda, Emhamed: No olvidamos que también vuestro buen trabajo ha contribuido a ampliar el horizote del Bubisher en Auserd.