CINCO GLOBOS PARA LUNA

Este proyecto surge como un capricho, un capricho personal. Me hacía ilusión editar un libro. Ya había plantado algunos árboles, había tenido dos hijos, me faltaba publicar un libro.

Cuando Luna, mi nieta cumplió 5 años, escribí este cuento como regalo para ese día.

Enseguida empecé a soñar con verlo ilustrado y ya sabía quién lo iba a ilustrar, mi amiga Inmaculada Rumí, arquitecta de profesión y una acuarelista maravillosa. Le conté el proyecto y no se pudo resistir, aceptó enseguida, eso sí, sin dejar de decir que ella no era ilustradora.

Le envié el texto y todas las acotaciones posibles.   En la última página le dije interpretación libre de la artista. Pronto me enseñó unos bocetos en un cuaderno de campo. Me encantaron. Para mí, aquellos borradores me parecieron estupendos y los hubiera aceptado como definitivos. Pero no, eran eso, sólo unos bocetos y después ya vendrían los definitivos.

Recuerdo la emoción la noche que llegó a casa con los definitivos y me quedé sorprendida de como había captado con sus pinceles justo lo que yo había imaginado. Había captado la esencia de la historia, esa niña ensimismada en sí misma, sumida en sus pensamientos, en su mundo de fantasía y en la búsqueda de su camino.

Ya andábamos por el verano de 2019 y teníamos la historia inspirada en Luna, el texto definitivo y las ilustraciones. Comenzaba lo más difícil, nunca antes había escrito un libro y tampoco lo había publicado. Ahora estaba muy perdida, cómo buscar quien lo editara.

Pero como esto, iba de amigas, enseguida contacté con Soldesol editorial de una joven emprendedora, hija de una amiga, que me habló de la autoedición. Lo vi claro, era lo que yo necesitaba.

Como era un capricho, había que pagarlo. Fue fácil ponernos de acuerdo una vez conocido el cuento. Hablamos del formato, del tipo de papel, de la tipografía, número de páginas, de presupuesto….

Cuando ya estaba avanzado el proceso enseguida pensé en Bubisher y me puse en contacto con Gonzalo Moure, para decirle que había decidido, que mi “capricho” se convirtiera en un proyecto solidario.

En febrero de 2018 tuve la suerte y el privilegio de haber visitado en los campamentos saharaui y conocer con todo tipo de detalles, el proyecto, de manos de la bibliotecaria de Smara . Desde ese momento tuve el deseo de colaborar con ese proyecto. Gonzalo Moure, siempre amable, me contagió su alegría, su agradecimiento por difundir y dar a conocer Bubisher entre las gentes de Almería.

El 13 de mayo de 2020, el objeto mágico estaba en mis manos. Ahora la emoción era real. La espera, había merecido la pena.

Al verlo convertido en objeto físico, dispuesto para tocarlo, acariciarlo, hojearlo, leerlo, compartirlo, distribuirlo, venderlo sentí algo muy especial: “los sueños se pueden hacer realidad”.

Para este momento casi final, la librería Zebras con sus libreras Isa y Belén están siendo parte importantísima, ya que lo recomiendan entre su clientela, lo envían a cualquier lugar de España, le ofrecen recibirlo dedicados por la autora. Ahora, cuando pueda ser, quieren hacer una gran fiesta de presentación en la plaza S Miguel donde está ubicada. Por cierto, quedáis invitados toda la gente de Bubisher.

Este libro es un regalo para Luna, pero, sobre todo, es un homenaje a la infancia a la que he dedicado parte de mi vida, a los libros especialmente a los cuentos que tantos he leído y que tantas veces han iluminado miradas y muy especialmente a las abuelas que hilan historias con sus nietas y nietos.

Soy consciente de que no soy una escritora, pero la repuesta de tantos seres queridos comprándolo, interesándose por él, leyéndoselo a su alumnado, a sus criaturas enviándome mensajes de cariño, de felicitaciones; hacen que en este momento tan especial me sienta una mujer privilegiada.

Me siento enamorada de las niñas y niño, de su mundo de fantasía, de las ilustradoras generosas, de las jóvenes emprendedoras en la edición, de las librerías de barrio que apuestan con mucho trabajo dedicación la difusión de la cultura, de todas las personas amigas, conocidas que ya lo tienen entre sus manos y de Bubisher por tener como objetivo llevarlo a las bibliotecas de los campamentos para que los niños y las niñas saharaui.

 

Mª José Irigaray Fernández, maestra jubilada, enamora de los libros, defensora de la educación y de la infancia.

Almería a 31 de mayo de 2020

 

3 respuestas a CINCO GLOBOS PARA LUNA

  1. Maravilloso, has fomentado el interes por leerlo y invitarme a volver al mundo maravilloro de las ilusiones repletas de inocencia.
    Te lo dice un maestro de escuela jubilado
    Un abrazo muy grande

  2. Si alguien puede convertir la magia en realidad, esa es Mº José Irigaray, por eso MAESTRA cuando nos lo dijiste no me extrañó nada, nada. Siempre te he sabido capaz de explorar mundos mágicos mientras con tu risa contagiosa dices: «si no es nada, yo casi pasaba por aquí». Como quien se desliza por un mundo que se le regala, has dedicado toda una vida a conseguir la felicidad de las personas que te han rozado. Comprensiva, diplomática, paciente, soñadora hasta la utopía más imposible; nunca te ha temblado la voz para defender, sin alzarla pero de manera asombrosamente tajante todo aquello que has creido justo. Luchadora por la igualdad y por un mundo más justo, nos has guido sin ser consciente de cuanto a quienes hemos tenido la suerte de tropezarnos contigo. ¡Luna es muy afortunada porque tiene una abuela maravillosa! y sí, amiga, eres escritora.

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