Los vericuetos del conocimiento
son con frecuencia cruces de caminos
mal señalizados,
que no conducen más que al desconcierto,
mas a veces son trochas
en baldíos sedientos,
dispuestos a ser transitados,
como se transitan los deseos,
sin dejar de pisar el suelo.
Y a veces, por más que difíciles,
si no lo siembran de asechanzas,
llevan al nido de un pájaro mágico,
que sin cesar el aleteo,
espera la llegada
de los que aspiran a volar,
a su cuidado y en su nombre,
con alas de papel policromado.
A medida que suben
pueden ver desde arriba
a otra luz lo de abajo,
como a quienes los sueños
la realidad les esclarece.
Es el pequeño pájaro
la encarnación más delicada
del luminoso espíritu
que anima con su luz
las ansias de volar
de las criaturas a las que protege.
Desde su nido irradia
gracia y sabiduría.
Fernando Llorente. Del libro “De verso y piedra. La saharaui, una cultura de la tierra”. Ed. Alouda Cantabria, 2015