AIRES DEL DESIERTO

 

Más allá del horizonte

del desierto hay más desierto,

 a donde viajan las dunas

 sobre el reverso del viento.

 

 

Las talhas y los atiles

son encinas del desierto:

bajo su falso refugio

se resguardan los camellos.

 

 

 

La tempestad de arena

es maldición del cielo.

Si la tormenta trae lluvia,

Alá bendice el desierto.

 

 

La poesía del desierto

es de palabra callada,

de silencio que se escucha,

de soledad habitada.

 

Fernando Llorente

 

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