
Un Ayuntamiento, un colegio, un pueblo. Arriondas enlazó, un año más, a sus niños, a sus maestros y a su gente con el pueblo saharaui.
El colegio Río Sella
Nadarín protagonizó una historia que mantuvo a unos cien pequeños de educación infantil, con la boca abierta, los ojos expectantes y una seriedad digna de ser vivida. Inés y Gonzalo estuvieron con ellos y disfrutaron mucho dibujándoles con henna un pececito en las manos, poniéndoles el zam y la melfha, haciendo un gran pez lleno de pequeños peces rojos, cantando con los niños saharauis, que se asomaban a través de la pantalla, ese “mano con mano” que tanto les gusta.
Poco después tuvieron un encuentro con los niños de 5º y 6º y de nuevo se sorprendieron con sus preguntas, de las que se deducía un trabajo previo magnífico.
Pero eso no fue todo, el día anterior, todos los alumnos y maestros del colegio participaron en una carrera solidaria y aportaron al Bubisher una buena parte de los fondos que recaudaron a través de sus patrocinadores.
Todo este trabajo ha sido posible gracias a la implicación de los maestros, que se han planteado como uno de sus objetivos esenciales la educación en la solidaridad. Grandes de verdad.
El Ayuntamiento de Parres
Desde que les propusimos participar en la reconstrucción de las instalaciones de las bibliotecas dañadas por la lluvia, todo fueron facilidades. La Concejala de Cutura, Dña Estefanía Sánchez Granda, se mantuvo permanentemente en contacto con nosotros y nos informó de que el Ayuntamiento, además de cedernos el salón de actos de la Casa de Cultura para presentar el proyecto Bubisher a la comunidad, donaba a la Asociación Escritores por el Sáhara- Bubisher, 1500 euros. Agradecemos a toda la Corporación del Ayuntamiento de Parres su gesto solidario.
El pueblo de Arriondas.
Ayer a las 19.30 nos reunimos en la Casa de Cultura. Unas 40 personas representando a otras muchas que , por diferentes causas, no pudieron estar, pero que se interesan por el proyecto y que se comprometen con el Sáhara. 
Los allí presentes disfrutamos de un té genuinamente saharaui, de una amena charla entre amigos. Saboreamos las imágenes de un nuevo video, desde el que nos saludaron los monitores saharauis y nos sonrieron los niños desde las bibliotecas Bubisher. Y nos pusimos serios mientras Marian Hassan envolvía con su voz las duras imágenes de las inundaciones. Y nos volvimos a sentir orgullosos del pueblo saharaui cuando Inés explicó la forma serena, y digna, con la que vivieron este desastre. Una lección de vida, sin duda.
Pasadas las nueve de la noche, dimos por finalizado el encuentro, después de que Gonzalo explicara la importancia del Bubisher en los campamentos, de que habláramos de la grandeza del proyecto Vacaciones en Paz y de nuestra propia experiencia en él.
Acabamos el encuentro, sí, pero no nos fuimos, porque los allí presentes quisieron comprar libros, se interesaron por los trámites para traer a un niño o niña por el verano y algunos de ellos se hicieron socios (otros muchos ya lo son desde hace tiempo) Y seguimos hablando un buen rato todos con todos y con la sensación de haber vivido una jornada especial en un pueblo, el mío, del que me siento orgullosa.
Palma






