Pocos han conjugado mejor Sáhara y palabra que Fernando Llorente, capaz de plantar una jaima imaginaria en cualquiera de los Picos de Europa y de llenar de bruma y niebla la badía. Un cántabro con corazón de arena. A sus libros más antropológicos, el último de los cuales fue presentado en el Nido del Bubisher en Bojador, en abril del año pasado, sucede ahora un libro de poemas y fotografías. Y ya hacía falta, porque sus libros anteriores ya rebosaban poesía.
El libro, editado por los bubisheros Alouda Cantabria, es una pequeña joya, con momentos como este:
“En las noches de luna
Se compadece el cielo
Con los fantasmas vivos
Que sufren el infierno”.
Si admirable es la constancia de este quijote del desierto, admirable es también la de Alouda que, como nos recuerda el propio Fernando, significa regreso, en hasanía. Porque ambos saben que, mientras llega, el único atajo desde el corazón de un pueblo hasta la supervivencia es la conciencia de uno mismo: la cultura, la belleza y la verdad.









2 respuestas a De verso y piedra. (La saharaui, una cultura de la tierra)