Y EL MENSAJE ES SU ACTITUD

No podemos ver los rostros de estas cuatro niñas, tampoco conocemos sus nombres. Ni falta que hace. Lo importante es el mensaje. Y el mensaje es su actitud. Su actitud corporal. ¡Cómo gritan sus dedos! ¡Cómo rugen sus manos y se estiran desafiantes los músculos de sus brazos! Son como ramas poderosas de un mismo árbol del que brotan hojas, flores, corazones, frutos y deseos.

Todas están en posición de lucha y combate por la libertad

Ante tanta dejadez, cansancio y pesimismo de los adultos. ¿Nos interpelan por su porvenir? Lo que está claro, es que estas jóvenes (al igual que muchas otras), no se van a quedar con las manos cruzadas. Todavía no son, pero quizás, van a ser ellas, las que lograrán sacar adelante nuestra Causa del atolladero en el que se encuentra.

Mientras más estudian, investigan y desatan su creatividad, más resueltas y audaces serán para alcanzar la meta. Y viendo su actitud, seguramente van a ir a por todas. Porque el presente está siendo duro. Los mandamases están demoliendo la justicia y el mundo se atasca.

Las cuatro muchachas con su performance nos seguirán interpelando por su futuro, desde el patio de una biblioteca o desde cualquier lugar. Por lo menos, tenemos que alfombrarles el presente, como está haciendo el Bubisher.

De un lugar marginal, este proyecto se está consolidando en un hogar central en la vida de muchos jóvenes. Que cunda el ejemplo.

Liman Boisha

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