Aby Athman es uno de los saharauis imprescindibles. No parece descansar nunca, y desde su rincón asturiano agita, mantiene viva la antorcha, espolea a sus compatriotas desde las redes sociales y organiza cuanto acto puede para difundir la causa saharaui. Y ahora nos sorprende con esta estupenda crónica de la visita que hizo en el viaje organizado por CEAS para el cambio de año en los campamentos.

Tras haber visitado la escuela Simón Bolívar, escuela venezolana con personal cubano, llegamos al nido del Bubisher, en la wilaya de Smara, muy cerca de protocolo y al lado de la escuela de formación profesional. Son aproximadamente las 19 horas de la tarde y aún hay luz. El centro está abierto y nos recibe Fatimetu, voluntaria saharaui del Bubisher, que nos hace pasar para una sala-ludoteca llena de libros y con mesas redondas en el centro, mientras el grupo de «Amanecer 2015 CEAS» ojea y repasa todo lo que contiene la sala con restos y recortes que evidencian que no hace mucho han estado niños aquí. Llega Kabara que nos explicará como funciona el nido Bubisher, cómo surgió la idea, de dónde llegan tantos libros, cómo se hace su criba, cuántos niños reciben y cuántos han pasado por el centro. Finalmente escoge un libro para nosotros, Ritos de Jaima, de Limam Boicha, del que nos recitará con voz suave, dulce y pausada «La llegada”. Nos lee también la correspondiente explicación de Limam, que desvela que se trata de la ceremonia de bienvenida de bebés saharauis al mundo. Termina la exposición con aplausos, salimos de la sala y vemos que ya ha oscurecido y la noche ha entrado. Es un 28 de diciembre, primer día de los participantes en el programa «Amanecer 2015» en los campamentos de refugiados saharauis.

Aby Athman, “enviado especial”.