UNA VEZ MÁS, SIEMPRE, EL SAN NARCISO.

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Fueron los primeros, pero no serán los últimos. Porque lo que levantaron hace unos diez, once años, fue un auténtico tsunami de solidaridad. La verdad: nos embarcaron a todos en esta preciosa locura. Su idea, llevar un bibliobús a los campamentos, fue la mejor manera de entender que los libros son un derecho, el derecho a la cultura, y de ponerlo en práctica.
Aquel primer talón de 3.000 euros, compactado a fuerza de contribuciones semanales de 30 céntimos, de todos los chicos y chicas del colegio, fue el viento que nuestras velas necesitaban: un compromiso: si ellos lo habían
hecho, nosotros teníamos que ser capaces de hacerlo también. Y lo hicimos, lo seguimos haciendo, creciendo un poco cada año hasta que consigamos que ese derecho a los libros llegue a todos los habitantes de los campamentos.
Y lo siguen haciendo, año tras año. Manuela ya no está, pero desde fuera sopla las velas. Soto, el inefable jefe de estudios, está empezando a sacar un pie, pero esta mañana nos decía que aunque saque los dos seguirá soplando para que este pequeño milagro perdure. Y si no, ahí estará María Jesús, todos los maestros del San Narciso, que saben que educar es también enseñar solidaridad.
Porque esta mañana, otra vez, los chicos del San Narciso nos han vuelto a dar su recaudación anual: nada menos que 1.000 euros, que nunca nos han faltado, cada año, para que lo que pusieron en marcha no se detenga nunca.
Y un increíble biberón gigante, con el que seguir amamantando el sueño, y que nos han entregado lleno de pequeñas monedas.
Hemos cantado el que ya es nuestro himno, el «Mano con mano», hemos cantado incluso (con Marta, una pequeña cantante de voz emocionada) el nuevo «Bubisher, ah, Bubisher», de Mehdi. Nos han preguntado por el proyecto, por lo avances y por los tropiezos. Hemos pasado una preciosa mañana bubishera allí donde todo empezó.
Y es tofo un signo: en estos días está apareciendo de nuevo aquella primera generación del San Narciso, pidiéndonos amistad, seguir sabiendo del Bubi al que ellos alumbraron. Ahora ya son jóvenes, en plena carrera, pero no olvidan, ojalá no olviden nunca, que pusieron en marcha un sueño.
Fuisteis los primeros, pero no seréis los últimos, porque seguiremos, incluso cuando el pueblo saharaui vuelva a su tierra para levantar un país. Ahí, también estará el Bubisher: estaremos.

2 respuestas a UNA VEZ MÁS, SIEMPRE, EL SAN NARCISO.

  1. Vivan los chicos del san Narciso…VIVAN¡¡¡¡¡¡¡

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