Hay lugares en el mundo que se contemplan desde balcones reales, desde cristaleras de hoteles de cinco estrellas, desde las más sofisticadas estructuras de metal o madera. Pero ninguna jaula de oro se abre hacia un mundo en el que lo más importante no es tener sino ser.
Por eso, porque son solidarios, porque lo que tienen lo comparten y porque disfrutan de lo que la hospitalidad del pueblo saharaui les aporta, Virginia y Jorge  nos  miran con una inmensa sonrisa y hablan con una mirada que lo dice todo, desde esa pequeña ventana con vistas a la vida sin adornos,
Llegaron un día con sus mochilas a la espalda, buscando en el Nido un lugar en el que poder desarrollar su trabajo. Traían consigo un proyecto de tres meses y creyeron, desde el primer momento, que colaborar con el Bubisher era la mejor manera de transmitir todo cuanto, durante semanas, habían estado meticulosamente preparando.
Un proyector, una pantalla y la biblioteca llena de niños. Silencio y expectación. Se ilumina la pantalla y, de pronto, la Tierra toda, bellísima y maltratada por sus habitantes, llena el breve espacio de la biblioteca.
“Home” es el documental con el que Virginia y Jorge abren una ventana con vistas a todo el planeta. Y tras el impacto visual, la reflexión en forma de actividades diseñadas con mimo. Un verdadero manantial del que fluyen las graves consecuencias del feroz y destructivo comportamiento del hombre con el medio ambiente, y que, sin embargo, también arrastra partículas de esperanza: “No es tarde, aún estamos a tiempo”
Jorge y Virginia han transmitido este mensaje durante mes y medio en las escuelas y en la biblioteca del Bubisher en Smara, y en estos días se disponen a trasladarse a Ausserd, donde trabajarán, mano con mano, con Alghailani y Ahmed durante otro mes y medio.
Y cuando regresen, esa ventana desde la que hoy nos sonríen, seguirá abierta con vistas a todos los que, desde ella, quieran enlazar su mirada con la del pueblo saharaui.
Virginia, Jorge:

Meted en vuestra mochila, junto a “Home”, nuestro cariño y nuestros mejores deseos de éxito en todo cuanto emprendáis. Y, sobre todo, no borréis vuestra sonrisa ni perdáis el enfoque de vuestras miradas.