UN VERANO DIFERENTE

Junio es un mes de ritmo acelerado para las asociaciones que realizan el programa Vacaciones en paz: documentos que se esperan y no llegan, papeles que entregar, listados, entrevistas con familias…siempre con los dedos cruzados para que no se presente ningún imprevisto, todos los niños y niñas tengan familias de acogida, que nadie se eche atrás en el último momento, y todo esté listo en tiempo y forma.

Este junio ha sido diferente. Hace meses que sabemos que no habrá programa, pero aún así, cuando ha llegado el momento, todos sentimos un vacío. Es la primera vez que esto sucede, y parece mentira.

Pero no es momento de parar, si no de lo contrario. Es momento de trabajar por el programa, para que este verano sin su presencia no acarree consecuencias negativas para el mismo, ni para las asociaciones y su trabajo. Es momento de seguir difundiendo la situación de los saharauis, de seguir alzando la voz junto a ellos entre nuestras comunidades y sobre todo, de arrimar el hombro unos con otros.

Desde el Gobierno saharaui se ha puesto en marcha un programa más amplio de lo habitual para que todos los niños y niñas que tendrían que salir de la hamada en el verano puedan disfrutar de tiempo de ocio, aunque sea allí, en aquel lugar donde parece que nada puede hacerse. Porque cuando eres un niño, no importa que vivas en un campo de refugiados, tienes derecho a jugar, y tienes derecho a hacerlo en condiciones dignas. Es por ello que han pedido colaboración a las asociaciones amigas de pueblo saharaui para poder hacerlo, y eso es lo que hemos hecho, apoyar el programa alternativo a vacaciones en paz gestionado desde los campamentos para todos los niños y niñas.

También el Bubisher va arrimar el hombro este verano, abriendo sus bibliotecas, poniendo en marcha actividades, generando ideas, creando otros mundos…para que todos ellos tengan un espacio donde acudir a leer, a encontrarse con la cultura y con los otros.

Todos juntos, trabajando para que este verano tan extraño y difícil, lo sea un poquito menos.

En unos días llega el mes de julio, y todos lo asociamos a la llegada de los niños y niñas saharauis, el inicio del verano. Es un momento de reencuentros, de sentimientos a flor de piel…No será así este año, este mes de julio los sentimientos serán otros, pero volveremos a tenerlos aquí, y a disfrutar juntos.

Volveremos a viajar a los campamentos, a trabajar codo con codo, pero mientras, busquemos la forma de ayudarles a resistir, aunque sea en la distancia.

 

Alouda Cantabria.

 

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