UN íšLTIMO PASO, ANTES DE LOS QUE VENDRíN

Contra viento y marea, recomponiendo lo que las dificultades se empeñaban en descomponer, atravesando con paso firme los momentos en los que todo parecí­a una locura, el Nido del Bubisher está a punto de abrir sus puertas de par en par.
El sábado, Ana, Ricardo y Maite viajarán rumbo a Smara. Llevan consigo la responsabilidad y el orgullo de cerrar una etapa tan difí­cil como hermosa: La puesta en marcha de una biblioteca que es algo más, un espacio vivo en el que los libros que ellos colocarán en las estanterí­as recién estrenadas, saldrán hacia los colegios, hacia las jaimas, hacia cualquier rincón de la hamada en el que unos ojos quieran escaparse hacia el interior de otros mundos. Un espacio de encuentros en los que se desgrane la Historia, se susurren poemas, se cuenten verdades como puños, se dé rienda suelta a la fantasí­a o se deslice ese silencio compartido en el que se tejen los dolores y los afectos, el desaliento y la esperanza.
Atrás queda un año en el que Librerí­as con Huella, con su generosa donación, dieron el primer impulso, en el que dos jóvenes arquitectos llegaron a Smara con unos planos debajo del brazo y unas manos que no pararon de trabajar, en el que más de treinta voluntarios acompañaron dí­a a dí­a al equipo saharaui, mientras veí­an crecer una obra que estimulaba su entusiasmo. Un año en el que cientos de niños de toda España poní­an en marcha proyectos fantásticos para que aumentara el número de adobes, en el que dos zamoranas conseguí­an con una idea luminosa engranar la maquinaria de la donación de libros, a la que se unieron muchas editoriales y otros muchos particulares, y la Escuela de Traductores de Toledo, y bibliotecas municipales y públicas… mientras un equipo de bibliotecarias los clasificaban, registraban y catalogaban. Un año en el que El Beso fue nuestro poema y nuestra imagen, el deseo de llegar a todas y cada una de las personas que creyeron en este Proyecto.
Un año, en fin, de mucho trabajo silencioso que permitió que todo fuera encajando, que nada se hiciera sin un porqué ni sin un para qué.
Y al final de ese año, un duro golpe que, sin embargo, no impidió que se diera el penúltimo paso para que todo lo necesario para poner definitivamente en marcha El Nido, llegara a Smara. El Ayuntamiento de Málaga y dos intrépidos conductores hicieron posible que la carga, en un nuevo bibliobús, arribara a destino.
Y ahora a punto están Ricardo, Ana y Maite, de dar este último paso, que será un paso más. Y con ellos, todos.
En Smara les espera un gran equipo saharaui; aquí­, acompañándoles en la distancia, quienes de una forma u otra creemos en el Bubisher, en la cultura como arma cargada de futuro.
Buen viaje, compañeros.
P.D: La Asociación Escritores por el Sahara- Bubisher agradece a todas las personas y entidades que han colaborado en la construcción de la Biblioteca Publica de Smara- Nido del Bubisher, su espléndida participación y espera seguir contando con todos para hacer posible que nunca se cierren las puertas de la cultura en los Campamentos de Refugiados Saharuis.

1.195 respuestas a UN íšLTIMO PASO, ANTES DE LOS QUE VENDRíN

  1. Un Nido lleno de luz capaz de acogernos a todos.
    Un pozo de sabidurí­a para saciar la sed de conocimiento, la sed de viajar, de soñar, de ilusionar.
    Un Nido que se irá llenando de libros y de las personas que forman el gran equipo humano y la gran familia Bubisher.
    Felicidades a todos
    Gracias a todos.
    Buen viaje Ricardo, Ana y Maite!

  2. Este texto cargado de ternura y belleza, me dá animos para seguir colaborando con este proyecto tan especial, por todo lo que mueve alli y aqui.
    Buen viaje Ricardo, Ana y Maite!!! Qué envidia me dais!!! 
    Un saludo.

  3. Gracias, Y y  CL
    Como si viniérais con nosotras. Os llevamos.
    Ya iremos dando noticias, pero sabed que vamos ilusionados, como no podrí­a ser menos.

  4. Gran proyecto el suyo. Buen viaje y suerte.

  5. Cuanto más fuerte sopla el siroco, mas rectos caminamos. Gracias, Ana, Maite, Ricardo. Es un orgullo formar parte de un proyecto con tan buena gente: saharauis, españoles… ¡y hasta alguna sueca!

  6. Pues ya están en Smara, marcando ese último paso para ampliar el camino que vamos haciendo al andar.

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