TORMENTAS DE ARENA

En apenas cuatro años los saharauis cumplirán sus bodas de oro como refugiados con el siroco, el polvo en suspensión, las tormentas de arena. De aquellas tormentas estos polvos que estos días cubren nuestros cielos. Qué difícil respirar ayer, hoy. Cómo se meten por todas partes esas partículas que tiñen el aire, ¿verdad? Pues los saharauis han vivido muchos ayeres engullidos por el siroco, tragando tierra, respirando polvo. Y… ¿cuántos mañanas más?

Tal vez ahora haya quien reflexione y se pregunte por ellos, los olvidados. Casi cincuenta años desde que tuvieron que huir por el desierto con lo puesto, bajo las bombas del ejército invasor. Suena igual que en Ucrania, pero parece que no es lo mismo. Quizás la propia hamada o los niños que injustamente la habitan sean los que, desde allí, nos han enviado estas nubes rojas para decirnos: no nos sigáis olvidando.

AYER EN DIFERENTES PUNTOS DE ESPAÑA

UN DÍA CUALQUIERA EN LOS CAMPAMENTOS DE REFUGIDOS SAHARAUIS

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