Niños de allí, niños de aquí. Niños. Unidos en dos abrazos: Uno simbólico, trazado en la atmósfera de la infancia con la sinceridad que la define; el otro real, el que empiezan a darse los pequeños que llegan del profundo Sur y los que aquí les esperan dispuestos a compartir un verano más de risas y juegos.
Ambos abrazos se han fundido hoy en la Casas de Cultura de Cangas de Onís, en la que un grupo de pequeños-grandes actores han querido dedicar la obra de teatro que representaron a sus invisibles amigos saharauis y la recaudación anónima, recogida en una hucha mientras se ofrecía un té a los espectadores, a Vacaciones en Paz, proyecto con el que también el Bubisher ha querido colaborar aportando fotos, libros y sonrisas genuinamente saharauis.
Y es que todos con todos hacemos más visible la causa saharaui, más llevadera la espera y más fuerte cada abrazo.