Parece un edificio vacío, ¿verdad?  No, está vuelto hacia dentro. Es el colegio Darío Freán, y está en Jarrio, Coaña, en el occidente de Asturias. Allí estuvimos, allí está ya para siempre el Bubisher. Para siempre en la pequeña historia del colegio, pero aún más importante, para siempre en la memoria y el corazón de sus poco más de 170 alumnos. Porque este año han aprendido un capítulo más de la necesaria solidaridad, gracias a la mediación de María José Freitas y de su estupendo equipo de directivos y maestros.

Gonzalo pasó una mañana con ellos, que ya conocían el Bubisher y la historia del Sáhara gracias a los paneles de fotos y textos en los que explicamos este ya largo y entusiasmante proyecto.

Alrededor de un libro, la conversación fluyó en la biblioteca, y muchos de los chavales, armados de bolígrafo y blocs en los que ya habían tomado notas de lo que explicaban los paneles, asaetaron a Gonzalo con muchas más preguntas. Vieron juntos el video de «Mano con mano», y aprendieron la canción. Que, como suele pasar, se convirtió enseguida en «la canción del invierno».

Y entre todos se comprometieron a seguir la huella de sus remotos compañeros del San Narciso de Marín, y de tantos y tantos colegios que ya se han puesto, mano con mano, a ayudar al Bubi. Cada uno se llevó unos cuantos marcapáginas, y se fueron a sus casas a venderlos a familiares y amigos.

Decimos muchas veces que no queremos caridad, nada de lo que sobra, sino un poco de solidaridad: un pequeño esfuerzo personal para que los chicos saharauis tengan libros a su alcance para poder encontrar su propio camino. Al mismo tiempo, Ritos de Jaima, Un río de lágrimas… Para los padres, para los maestros.

En total, los chavales han recaudado casi 500 euros, una verdadera barbaridad para un colegio tan chico. Y eso les tiene que hacer grandes. De momento les ha convencido de que juntos podemos hacer grandes cosas.

Han entendido muy bien que el Bubisher, que va a inaugurar pronto su segunda biblioteca y a poner a rodar su tercer bibliobús, es eso mismo: juntos, cadena, sí podemos.

Ya lo dijo Limam: un beso, solamente un beso… Mano con mano, beso a beso.