SKEIRIT LO HIZO

En las estanterías de una biblioteca en la lejana hamada argelina, en un campamento de refugiados -refugiados de un conflicto ignorado a propósito-, espera, ávido de lectores, el libro de Bertolt Brecht Poemas y canciones. Entre sus páginas este hermoso poema titulado Preguntas de un obrero ante un libro.

Tebas, la de las Siete Puertas, ¿quién la construyó?
En los libros figuran los nombres de los reyes.
¿Arrastraron los reyes los grandes bloques de piedra?
Y Babilonia, destruida tantas veces,
¿quién la volvió a construir otras tantas? ¿En qué casas
de la dorada Lima vivían los obreros que la construyeron?
La noche en que fue terminada la Muralla china,
¿adónde fueron los albañiles? Roma la Grande
está llena de arcos de triunfo. ¿Quién los erigió?
¿Sobre quiénes triunfaron los Césares? Bizancio, tan cantada,
¿tenía sólo palacios para sus habitantes? Hasta en la fabulosa Atlántida,
la noche en que el mar se la tragaba, los habitantes clamaban
pidiendo ayuda a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿Él solo?
César venció a los galos.
¿No llevaba consigo ni siquiera un cocinero?
Felipe II lloró al hundirse
su flota. ¿No lloró nadie más?
Federico II venció la Guerra de los Siete Años.
¿Quién la venció, además?
Una victoria en cada página.
¿Quién cocinaba los banquetes de la victoria?
Un gran hombre cada diez años.
¿Quién pagaba sus gastos?

Una pregunta para cada historia

Con esta foto podemos responder a Brecht: Skeirit lo hizo…, junto con sus compañeros Abba y Hassana y algunos otros. Ahí lo tienes en ese vértice geodésico que marca con la escoba, en el centro del patio que en pocas semanas albergará a los lectores, serenamente orgulloso. No es un triunfador contra nadie, su recuerdo no necesitará de arcos triunfales donde se indique “Skeirit fecit”. Él entiende a la perfección los planos tan solo con una mirada y logra edificar, en un sitio remoto, un lugar próximo para la reflexión y la lectura; un lugar al que acudirán los niños y los mayores, con un patio al que, aunque parezca una ilusión, viajarán los pájaros, las mariposas…y los libros.

En nombre de Skeirit, Abba y Hassana

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