SÍSIFO EN EL SÁHARA

 

Luchar contra la dureza de la hamada es casi sobrehumano. Casi, porque en Bubisher tenemos a un hombre que es capaz, muy humano y mucho humano. Se llama Hassana, y no sabemos qué sería de todos nosotros sin él. En un par de semanas les ha lavado la cara a las bibliotecas de Smara y Bojador, y pronto sigue con las otras. La arena se clava en las paredes, el suelo cede y aparecen grietas… Todo se deteriora, menos el ánimo y las ganas que tiene Hassana de que el Bubisher luzca en todo su esplendor en cada wilaya. Y a fe que lo consigue. Mirad cómo lucen.

Una respuesta a SÍSIFO EN EL SÁHARA

  1. Contar con Hassana es una suerte. Aunque lo conozco cuando él era casi un niño, hasta hace poco no he tenido ocasión de compartir con él tiempos largos e intensos, de trabajo pero también de diversión. Su generosidad, entrega y fidelidad son asombrosas. De las personas que merece la pena conocer. ¡Gracias, Hassana!

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