En árabe “Sarsur” significa: cucaracha.

“Sarsur somos básicamente un grupo de amigas – me comenta en un E-mail Claudia, una de sus integrantes – que hemos compartido un proyecto en los campamentos de refugiados durante el año pasado”. El tan peculiar nombre lo han elegido… No voy a decir nada, a ver si alguna de ellas se anima a contarnos la anécdota.

 
La primera vez que viajaron al Sahara, lo hicieron en un momento muy duro. Fue poco después del secuestro de los tres cooperantes. El viaje era para terminar sus tesis doctorales. Estuvieron compartiendo sus conocimientos de teatro, expresión corporal y cuentacuentos con las mujeres saharauis. Volvieron impresionadas y con ganas de ayudar. Hace unos meses decidieron organizar unas actividades para sensibilizar la sociedad coruñesa sobre el conflicto saharaui.

 
Las jornadas fueron interesantes y variadas: se habló sobre la historia y la actualidad del conflicto político, la violación de los Derechos Humanos en las Zonas Ocupadas, el expolio de los Recursos Naturales y los cuarenta años de la fundación del Frente Polisario.
El local de Manicómicos se convirtió en un gran jaima donde no solo se ha disfrutado de esas magníficas charlas, sino que, también se proyectó un documental sobre Gdeim Izik y se contactó vía Skype con Hasanna Alia, condenado a cadena perpetua por un tribunal marroquí y  con el presidente de Afapredesa, Abdeslam Omar. Éste último detalló lo que estaba pasando en los Territorios Ocupados, a raíz de las protestas de la población saharaui por la última resolución 2099/2013 del Consejo de Seguridad que cierra la puerta a la Minurso, para que supervise el cumplimiento de los Derechos humanos en el Sahara Occidental.

Entre los invitados estaban Aichetu Yahdih de AISA (Asociación de Inmigrantes Saharauis de Aragón) y la periodista, Rebeca Mateos Herraiz. Pero el invitado de honor de las “olladas ao Sahara Occidental” fue el proyecto Bubisher. En un escenario de colchonetas por un lado, sillas por el otro, una pantalla gigante de tela y entre un té y té, Gonzalo Moure, desgranó la historia del proyecto, desde sus orígenes hasta la actualidad.

 
También se presentó el libro Ritos de jaima en la biblioteca vecinal de Monte Alto (Campo de Marte, A Coruña). Gracias al poder de convocatoria de estas creativas y entusiastas mujeres, hubo una buena asistencia y se vendieron unos cuantos ejemplares.
Paralelamente había unas jornadas gastronómicas donde no faltó la paella, dulces de las “madres reposteras”, té saharaui y como prólogo una comida en la playa.

 
Así es el poder, la magia de este peculiar…  صرصور …Sarsur.

 
Shukrán Vanessa, Ángela, Claudia, Alberto, Xosé, Alfredo, Asociación Cultural Manicómicos y a todos los que colaboraron de una manera u otra en el éxito de esa “Mirada al Sahara Occidental”.
Gracias, por vuestra ayuda al Bubisher, por vuestra generosidad, entusiasmo y alegría.