SAHARA COLOUR RICE: Libros e ideas hacen un mundo sin límites

 

Para ir al festival Sahara Colour Rice no hace falta comprar las entradas en una página web, ni madrugar, ni pasar horas haciendo colas para conseguir las mejores butacas. Aquí no te van a estafar con entradas falsas, ni te comerán el coco con que son garantizadas, cien por cien seguras. Nada de eso.
Para disfrutar del Sahara Colour Rice, solo necesitas entregar a los organizadores (por cierto, todos voluntarios) un kilo de arroz y una caja de lápices de colores, que mandarán en una caravana de ayuda humanitaria a los refugiados saharauis.
«Mucho antes de que el hombre pensara en conquistar las montañas, las montañas habían conquistado al hombre», dijo Daniel Joseph Boorstín. Puedo dar fe de ello: el paisaje en la llera del río Ésera del municipio Campo en la comarca Ribagorza en la provincia de Huesca, conquistó mi corazón, antes de pisar el lugar. Pero no solo era idílico el entorno, sino también, el ambiente del Festival.
Yoga, cuentacuentos, juegos infantiles, música, mucha música, mercadillo con venta de camisetas, libros, artesanía, concurso de paellas. No hacía falta música, porque el ambiente era todo melodía, ritmo y estaba lleno de calma. Una serena alegría se reflejaba en casi todos los rostros que paseaban o paraban ante la exposición de poemas, libros y camisetas que habían preparado los amigos y amigas de la Asociación Alouda Alto Aragón, entre otras organizaciones.


En medio de las charlas, la comida y la poesía no dejaba de preguntarme y admirar a todos los voluntarios y en especial a todos y cada uno de los miembros de la Asociación Alouda, Alto Aragón, por su solidaridad sin límites, por su generosidad y por sensibilidad para crear algo tan hermoso y necesario como «Proyecto Poesía Saharaui». Porque estáis recogiendo parte de la memoria poética de mi pueblo.
Gracias por invitarme para presentar «Ya calló la lluvia» y formar parte de vuestro Proyecto, que de seguro tiene mucho futuro.
Boorstin que fue Director de la biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, dijo que: «Las ideas no necesitan pasaportes de su lugar de origen ni visados para los países en los que entran. Nosotros, los bibliotecarios del mundo, somos servidores de un mundo indivisible. Libros e ideas hacen un mundo sin límites».
Limam Boisha.

 

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