El pasado jueves uno de nuestros más sesudos y barbudos escritores, Fernando Llorente, presentaba un nuevo libro, y lo hizo en territorio de Alouda Cantabria, la Asociación de Vecinos San Joaquín, con la que a menudo colabora. En desapacible tarde y ante un numeroso y fiel público, Fernando fue desnudando, aunque solo lo que el guion exigía, los pormenores de su obra, RUTAS DE INTERIOR.

Y con su tono entre cínico (filosóficamente hablando, claro) y filosófico (cínicamente hablando, por supuesto) fue deshojando toda una retahíla de vivencias, reflexiones e impresiones de temas tan dispares como las horas canónicas o las misas socializadoras de los domingos a las que a buen seguro acudiría la fermosa mozuela a la que cantó el Marqués de Santillana en Bores, pueblo lebaniego que adoptó (¿o fue al revés?) a nuestro escritor durante una treintena de años. Bores es protagonista principal del libro de Fernando; Bores y sus perros, y sus nubes, y sus grillos, y sus gentes… todos ellos van desfilando en las rutas de Llorente. Y no quiso desnudar más a su libro, únicamente dejó que nosotros, futuros lectores, percibiéramos lo que no se veía, imaginásemos lo que nos ocultaba. Y en ello estamos, de rutas por el interior.

J.B.