Fuenlabrada es una de las capitales españolas de los libros. Un Medellín español en el que seis bibliotecas y una concejalía de cultura tan brava y valiente como para aumentar el presupuesto en plena crisis. Con una ejemplar brigada bibliotecaria que trabaja cada día para que todos los fuenlabreños, niños, jóvenes y adultos, tengan el mejor acceso posible a la cultura.

Y todo esto a los bubisheros nos suena, porque compartimos los mismos objetivos y los mismos mecanismos, por más trayecto que aún nos quede por cubrir. Y ahora ya, `para la pequeña historia, también compartimos los Ritos de Jaima de Limam Boischa.

Fue el jueves, en la sala noble del Tomás y Valiente, más noble aún con los personajes de los impresionantes retratos fotográficos de Pierre Gonnord como testigos, y dentro del programa anual de Cafés Literarios.

No pudo hacer la presentación el prologuista de Ritos, Javier Reverte, y tampoco a última hora Ricardo Gómez, así que Gonzalo Moure tuvo la oportunidad de ligar una vez más La Zancada del Deyar, en la que se narra el nacimiento de Limam como poeta (“Me pregunta un viajero qué es un galb”), con el primer libro de Ediciones del Bubisher, el ya casi canónico Ritos de Jaima.

La música la ponía Fernando Blanco, ya apodado Fadel Albiad por sus fantásticas interpretaciones de guitarra “en hasanía”, el té era cosa de Mahyuba, Selma y Ebbaba, y las rosquillas habían salido de las manos de Rose Mondéjar, que también habían hecho posible esta presentación. Y así, durante casi dos horas, se tejieron música, rosquillas, té, fotografía, palabra, emoción a raudales y, sobre todo poesía. Limam se acerca cada vez más en sus recitados a la grandeza de su propia poesía. Y más de cien personas, algunas de pie, asistían con un brillo especial en los ojos al sorprendente siroco de palabras hermosas que los poemas desataron.

En primera fila, la concejal de cultura, Maribel Barrientos, que al final aún quería que Fuenlabrada aportara más a la cultura saharaui retratada por Limam y al proyecto Bubisher. Y eso que sus seis bibliotecas cuentan ya con diez ejemplares cada una del libro, y que todavía se vendieron casi cincuenta en la propia sala.

Y es que Fuenlabrada es una ciudad que vive y respira la cultura, que ha habituado a sus ciudadanos a uno de los más completos programas anuales de acontecimientos, los ritos culturales de Fuenlabrada. Estar ya en su historia, pequeña y grande a la vez, es un orgullo para Limam y para todos nosotros.