QUE SE HAGA LA PAZ

La paz es la luz en el camino oscuro, es seguridad y alegría. Es la palabra que lleva entre sus letras el pulso de la vida y los más altos significados del amor y la misericordia. En realidad, es más que una palabra, es un sentimiento que calma los corazones, restaura la tranquilidad y vuelve a infundir esperanza en ellos.

La paz para el pueblo saharaui no es sólo una vía de escape de la guerra, sino una llama de esperanza que ha prendido en el corazón de cada saharaui. Es una mano que se extiende a pesar del dolor, y un corazón que late con la fe de que la luz brillará un día, no importa cuánto dure la noche.

En esos campos, la paz es el lenguaje de las almas agotadas por la adversidad, pero también es una fuerza oculta que sostiene a todos. Es la sonrisa de un niño que dibuja en la arena sus sueños, como si el desierto se convirtiera en sus manos en una pequeña patria llena de colores.

La paz es una promesa de que la justicia está llegando, es la solidaridad de los refugiados, su firmeza frente a la crueldad y su aferramiento a la idea de que el amor y la humanidad son suficientes para sanar las heridas. La paz es la vida que se renueva, es encontrar en mí semillas de amor y esperanza.

Suadu Mahsan , bibliotecaria Bubisher de El Aaiún

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *