QUE NADIE TE ARRUINE TUS SUEÑOS

Mario no es un filósofo ceñudo ni un político que quiere dar buena imagen en El Hormiguero en precampaña electoral. Mario no puede ni votar.

Mario tiene trece años, pero seguramente sus trece años encierran más dignidad que la de muchos de esos sofistas que venden sueños a cambio de votos. A Mario le han hablado en su colegio de que a cuatro horas en avión de su verde Cantabria hay niños como él que también tienen sueños, seguramente como el suyo, jugar a baloncesto, pero también le han dicho que no les dejan dormir tranquilos esos sueños, que viven en condiciones que no son propias de un niño de trece años aunque sus sueños sean los mismos que él tiene. Ha visto cómo viven, como son sus escuelas y sus casas, ha visto sonrisas en sus caras también; por eso, Mario cree que son felices, porque sueñan, como él.

Cuando le pidieron que enviase un saludo a esos niños en forma de carta, lo que hizo Mario fue, además de describir cómo era él, cómo era su familia, se dibujó a sí mismo y dibujó sus sueños en forma de canasta de baloncesto en la que entra un balón.

Y Mario hizo algo más: además de no olvidarse de colocar siempre un radiante sol como si fuese un guiño al calor del desierto, les mandó un mensaje, mensaje que ya está colocado en alguna pared de un aula en Smara o de una columna en la biblioteca del Bubisher de Dajla:

QUE NADIE TE ARRUINE TUS SUEÑOS, SUEÑA A LO GRANDE

Mario, trece años, trece años llenos de dignidad, solidaridad y cariño. “Nadie” podría tomar nota y aprender de Mario.

Javier Bonet

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *