«Antes de partir, he ido leyendo todas las cartas de los distintos voluntarios y voluntarias que regresaban de Smara con expectación y cierta envidia por todo lo que encierran sus relatos. De todas he sacado una enseñanza y un deseo: quiero ir cuanto antes, me han enganchado estos relatos que agradezco de corazón.
El que acabo de leer es el de Carmen Fernández-Blanco y, si ella me lo permite, me voy a adueñar, voy a plagiar una frase: «… Todos ellos han dejado en Smara una huella imborrable y todos ellos, sin excepción, han traído otro yo distinto al que salió de Españaâ€; ellos son los voluntarios y voluntarias que han pasado por allí.
Tengo que confesarte Carmen y el resto de compañeros y compañeras que yo soy otro yo distinto al que salió de España. Comenzaré diciendo que la noche anterior al viaje no pegué ojo, me la pasé en vela, cierto es que no era por temor a lo desconocido, ya se habían encargado Susana, Sofía y Raquel Melero de contarme con pelos y señales el sitio, el día a día, las personas…que me iba a encontrar; yo creo que era por ansiedad, esa ansiedad que todos esos relatos de los que habían vuelto y que había leído con tanta expectación me habían producido.
El verdadero viaje, la verdadera aventura, comenzó cuando mi hijo Mario me despidió en el aeropuerto de Barajas en la puerta de embarque para Argel, en la zona RSU, que tantos conocéis; a partir de ese momento empecé a ser…otro yo distinto, aún sin haber salido de España.
La experiencia de doce días compartiendo mi vida con el pueblo Saharaui única, especial y dura.
íšnica: he viajado por muchos países del mundo y de cada uno de ellos he procurado sacar lo mejor, pero esta vez he vivido intensamente con el pueblo que me ha acogido con los brazos abiertos y eso ha quedado grabado en mi corazón, por ello doy las gracias a todos y todas, espero haber estado a la altura de su hospitalidad y generosidad, porque el pueblo Saharaui es un pueblo generoso, no es mucho lo que tienen allí en el desierto, pero conmigo lo han compartido sin dudar.
Especial: hay que ser de una pasta especial para poder encadenar sonrisa tras sonrisa en un medio tan hostil como es el desierto argelino y la gente que me ha rodeado estos días: Darjhala, Larossi, Memona, Bachir (niño), Bachir (periodista), Hamida y sobre todo los niños y niñas de todos los rincones, en especial los del barrio todo el día sonriendo y compartiendo esas sonrisas. Una sola pega que apuntar: son casi todos del Barcelona, pero eso tiene solución , hablaré con Florentino Pérez y la próxima vez, que va a ser muy pronto llevaré un cargamento de camisetas del Real Madrid, a ver si se iguala un poco la cosa.
Dura: la vida en el desierto es muy dura, sobre todo para los que vamos desde otros países, en este caso España, aquí tenemos todas las comodidades y facilidades, pero es lo que hay y sabíamos a donde íbamos y a lo que íbamos. Desde el primer momento comprendí que hay que compartirlo todo con nuestros amigos Saharauis. Cierto es que cuando el Nido esté acabado y se pueda utilizar van a mejorar mucho las condiciones. Por eso animo a todos los futuros voluntarios y voluntarias a que emprendan esta aventura maravillosa y solidaria. También me ha enriquecido, y de que manera, la dureza de la vida en el desierto, sobre todo creo que porque valoro el que el Pueblo Saharaui haya conseguido afianzar su esperanza en ese terreno en el que están, espero que muy pronto la cordura y justicia llegue y puedan volver a su patria a orillas del mar.
Estoy disponible para volver y seguir trabajando en este proyecto, El Bubisher, que tanto me está dando, estoy ilusionado con seguir siendo: …otro yo distinto.»
9 junio, 2011 en 2011-06-09T17:04:00+00:000000000030201106
Seguro que has dejado allí ilusión y cariño, buen hacer y risas, seguro que te has traído su amor, sencillez y el coraje del pueblo saharaui, segura estoy de que has cambiado a mejor y ya es difícil…
Así que… quiero ver ese foto-montaje que estas elaborando y nos cuentas los detalles, no tardes. Â
Gracias Taquete!!!!! ya eres uno de los nuestros, aunque, antes con tu otro YO, ya lo eras (que lío, jajaja)Â Â BesossRaquel
9 junio, 2011 en 2011-06-09T21:49:00+00:000000000030201106
Taquete, volverás. Volveremos. Porque merece la pena seguir la estela de ese otro yo.
Un beso y enhorabuena por todo tu trabajo, incluido ese Bubi en miniatura que hiciste y que has puesto a disposición de todos. Es precioso.Â
10 junio, 2011 en 2011-06-10T13:38:00+00:000000000030201106
Es un pueblo que se te mete en el alma, que admiras por la dureza de sus vidas y la sonrisa y tranquilidad que te ofrecen aún a pesar de los pesares. La gente que no ha convivido con ellos es incapaz de comprender lo que cuentas o el amor con que lo cuentas… y yo siempre digo que ME COMPRENDERIAS CON SOLO VISITARLOS y es una gran verdad que desde que sales hacia los campamentos eres OTRO YO DISTINTO.
10 junio, 2011 en 2011-06-10T23:38:00+00:000000000030201106
En realidad, no somos otro yo distinto,somos yo mismo con la diferencia que pasamos al otro lado del muro (en el mundo me refiero , este siempre tiene un muro donde unos estan sanos y otros enfermos ,donde unos lo tienen casi todo y otros nada) y ahí nos damos cuenta en realidad que somos privilegiados y muy afortunados porque cruzando ese muro hemos vivido una de las experiencias más alucinantes de un ser humano , junto a unos seres increibles ,y siempre con su eterna sonrisa ,son ……y por eso se merecen todo lo que podamos ayudarles , y que noten con nuestras presencias que los apoyamos de corazon,y que somos muchos ,que cuenten con nosotros porque la union hace la fuerza.
11 junio, 2011 en 2011-06-11T22:41:00+00:000000000030201106
Es emocionante leerte, Taquete. Y aún más, saber que leyendo tu crónica alguien pensará que por qué no, y escribirá a Luisa, y dentro de unís meses estará escribiendo una crónica que a su vez… ¿O no es eso la vida?
14 junio, 2011 en 2011-06-14T20:43:00+00:000000000030201106
hola Take, ese » yo ya estaba ahi, asi como tu capacidad para darte a los demas » (y lo digo con una mirada de casi 30 años compartiendo momentos con personas a las que yo también quiero mucho). Las circunstancias duras son las más significativas y las que más nos ayudan a encontrar el Yo y el Tu… y eso lo sabe muy bien el pueblo Saharahui, por sus circunstancias excepcionalmente adversas. Son un ejemplo de dignidad, generosidad y fuerza ante la adversidad , ese es su arma  para sobrevivir y ganarse el respeto y cariño de los demás.