NÓMADAS

Ana, una amiga, me contaba esta tarde, tomando unas cervezas, algo que me ha emocionado y que quiero compartir con vosotros: me hablaba de un tal Pablo, un alumno suyo, no de los mejores, por cierto. Hace tiempo les mandó leer Nómadas, el libro de Jorge Molinero que tenemos en el Bubisher, como colofón a unas charlas y actividades sobre el Sáhara que se habían lllevado a cabo en su instituto. Cuando le preguntó su opinión sobre el libro, Pablo le contó lo que le había ocurrido el sábado anterior por la tarde: un muchacho negro le había pedido en la calle que le dejara el móvil pues el suyo se había quedado sin batería. Pablo no se fiaba, no le gustaban ni un pelo las pintas de ese chaval, se temía lo peor, que se iba a quedar sin móvil.

¿Y qué hizo Pablo? Pues se acordó de Moha, el protagonista del libro de Molinero, y pensó que no podía fallarle, que ese chico que le pedía el teléfono podría ser Moha. Se acordó de las experiencias por las que este chico saharaui había pasado, recordó lo que le impresionó cómo algunas personas le habían tratado a él y a sus amigos.

Se lo dejó…

Gracias, he llamado a mi madre para decirle que llego tarde. Toma tu móvil. Gracias otra vez.

Se chocaron las manos y se despidieron.

A Ana no le hizo falta preguntarle más, ya ha decidido que ese libro será lectura obligatoria para el curso próximo. Y Pablo, a sus quince años, ya tiene claras unas cuantas cosas más.

Amigo Jorge, seguro que te habrán llegado muchos elogios a tu libro. Lo de Pablo no es un elogio, ni una crítica que le pidió su profe de Lengua, lo que has hecho con Pablo es alistarle al ejército del bando bueno, el que no ve colores ni razas en las personas, el bando de esa juventud sana, libre de retrógados fanatismos que pululan últimamente por nuestro país.

Moha y Pablo, Pablo y Moha, quieren ser nómadas libres de ataduras y prejuicios en un desierto que cada vez va a ser menos desierto y más playa.

Vierja Nebot

2 respuestas a NÓMADAS

  1. Hola, Vierja. Estoy muy agradecido por haberte tomado la molestia de escribir esta anécdota. Son las cosas así las que hacen que todo esto merezca la pena. Me gustaría mucho poder hablar contigo y con tu amiga Ana, y ver si podemos hacer algo más con sus alumnos.
    Te envío un abrazo muy largo.
    Jorge Molinero

    • De acuerdo totalmente contigo, cuando se llega a la cabeza y al corazón de un chaval de quince años, nos da la sensación de que algo habremos hecho bien. Y tu libro es un ejemplo. Estaremos (hablo también por Ana) encantados en charlar contigo…para lo que surja. Te dejo mi correo (fjbm2012@gmail.com), dame un toque y a partir de ahí charlamos. Un fuerte abrazo desde Cantabria.

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