MORADO CASI…

Desde la perspectiva de la psicología del color, el morado promueve la armonía de la mente y las emociones, contribuye al equilibrio y la estabilidad mental, la paz mental y es un vínculo entre el mundo espiritual y el físico, entre el pensamiento y la actividad.

Es un color que se compone de azul que representa la calma, la tranquilidad y el sosiego (ceremonia del té) y la vitalidad, energía y fuerza  del rojo representado por la lucha de un pueblo.

El color morado, que a menudo se asocia con la sabiduría, la creatividad y la espiritualidad, siendo pilares fundamentales de la identidad y cultura del pueblo saharaui, desempeña  un papel significativo en las bibliotecas  Bubisher, simbolizando  la búsqueda del conocimiento y el deseo de preservar la cultura. Nuestras bibliotecas  no solo son lugares de acceso a la información, sino también espacios donde se celebra la identidad saharaui y se cuentan historias de resistencia y esperanza.

No encontraremos mucho morado en el paisaje desértico y hostil de los campamentos saharauis pero si en diversas formas dentro de las bibliotecas: ya sea en el diseño de los espacios como la biblioteca de Auserd, en las portadas de libros que destacan la literatura saharaui, infantil y juvenil o en actividades culturales y educativas que promueven nuestros bibliotecarios. Además, el morado también puede representar el compromiso de los saharauis con la educación como un medio para empoderar a las nuevas generaciones y fomentar un futuro en el que su cultura y conocimientos sean valorados y respetados.

¡Y qué decir de la lucha de las mujeres saharauis!  Que ataviadas con melfas moradas representan la máxima expresión de la lucha feminista que  desde los sucesos de la fábrica neoyorquina tomaron el morado como bandera.

Al igual que el color morado evoca calma y reflexión, las bibliotecas Bubisher  invitan a la comunidad a detenerse, leer y reflexionar sobre su trayecto y su realidad. En este sentido, el morado se convierte en un símbolo de la unión entre la literatura, la identidad y la lucha por el reconocimiento y la dignidad del pueblo saharaui. Así, las bibliotecas no solo almacenan libros, sino que se transforman en faros de luz que iluminan el camino hacia la educación y la libertad.

Cándida Santiago

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