LOS CUATRO MAGNIFICOS… Y LOS QUE LOS COMPLETAN



El  Bubisher no ha dejado de abrir sus puertas, Daryalha y Memona  han cogido el timón con fuerza y esa fuerza va abriendo el abanico de voluntarios saharauis que colaboran en el proyecto, cada semana una nueva monitora voluntaria de los fértiles clubes de lectura de las dairas.
Y ahí­ está Larossi, atento a cada movimiento que hay que hacer con el camión, dispuesto siempre a ayudar, haciendo su trabajo, si cabe, mejor que nunca.
Mientras tanto, la obra de la biblioteca sigue en marcha bajo la atenta mirada de Hamida que dirige a unas cuadrillas de trabajadores fantásticos.
El Bubisher tiene un gran equipo saharaui en Smara; saben remar con entusiasmo y han asimilado con increí­ble precisión todo lo que los voluntarios han ido sembrando. Hubo un tiempo en el que recibí­an lecciones. Ahora las imparten.
Pero aquel campo es muy grande y hay que seguir generando ilusiones, llevando recursos, profundizando.
A todos los que ya fuisteis de voluntarios: Sabed que vuestras aportaciones han dado grandes frutos, que os recuerdan a todos y que de todos guardan un recuerdo entrañable. A los que tenéis en mente ir un dí­a: Cualquier cosa que aquí­ se diga, no sirve. Hay experiencias que hay que vivir para entender. Si la vida os da esa oportunidad, agarradla con fuerza. No es fácil, hay que dejar aquí­ mucho: en casa, en el trabajo, en la rutina. Pero aquella es otra casa con techo de estrellas; aquél otro trabajo apasionante y apasionado; aquella la imposible rutina, porque cada dí­a se inventa, se descubre, se palpita a corazón abierto.
A todo el equipo saharaui: Sin vosotros, nada de esto serí­a posible. A todos quienes nos leéis desde aquí­: ¿hay mejor forma de luchar por los derechos del pueblo saharaui que apostar por el derecho de los niños a soñar a través de los cuentos, por el de los jóvenes a imaginar un futuro, por el de los adultos a conservar la que nunca dejaron de considerar su lengua, su cultura mestiza?

Lo magní­fico de nuestro equipo es la suma: aquellos cuatro magní­ficos, más tú, y tú, y tú.

Una respuesta a LOS CUATRO MAGNIFICOS… Y LOS QUE LOS COMPLETAN

  1. Mientras leí­a soñaba con ocupar un lugar en esas estanterí­as. Hay sueños que no se dejan doblegar. Quién sabe quizá la vida sea lo suficientemente larga para conseguirlo. Un libro donde todo se pueda soñar.
    Saludos

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