LOS ARTISTAS DE LA MESA REDONDA

Los pequeños usuarios de la biblioteca de Auserd muestran con orgullo sus trabajos, como los caballeros de la mesa redonda mostraban sus armas. Su nombre, mesa redonda, obedece precisamente a que en ella no existen distinciones ni privilegios, sino que todos los participantes están sujetos a las mismas reglas y ostentan los mismos derechos, potenciando con ello el desarrollo de habilidades comunicativas y toma de decisiones.

En esta ocasión, las armas son obras de arte de las que seguro que estaría orgulloso el mismísimo Vicent Van Gogh.

Las manualidades, que de forma continua ofrecen los bibliotecarios Bubisher, se presentan en distintas situaciones donde unas veces el trabajo se hace en equipo y otras de manera individual.

Con estas actividades consiguen potenciar la creatividad y la capacidad de concentración, estimular la motricidad y reforzar la autoestima, al mismo tiempo que conocen y utilizan diversos materiales y texturas.

En esta foto nos llama poderosamente la atención el colorido. El amarillo es un color primario, claro, cálido y alegre como el pueblo Saharaui. Es el color de la felicidad que nos transmiten las sonrisas de los niños. Es el color del oro, por lo que se relaciona con algo valioso como la lectura. Es excitante, es el color del sol, ese sol canalla de verano que somete a la población a retos insospechados. El color que relacionamos con la energía, esa energía interior que tienen nuestros hermanos saharauis para seguir luchando por sus derechos y libertades.

Los girasoles, tan utilizados por los pintores más famosos, simbolizan el amor, la admiración, la vitalidad y el positivismo.

Son platas que tienen la capacidad de moverse y orientar sus hojas, sus tallos y sus flores hacia el sol de manera natural. Del mismo modo, en las bibliotecas Bubisher se intenta orientar a los usuarios, ya sean pequeños o adultos, hacia un número indefinido de textos que transmiten conocimientos, costumbres, pasados y presentes, de una persona o de la humanidad en sí misma.

Las bibliotecas bubisher son “espacios en los que habitan todas las estructuras verbales” como diría Jorge Luis Borges.

Cándida Santiago

 

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