Un microscopio de mano habita en la biblioteca de Auserd y cualquier peque puede acceder a él. Pasa de mano en mano, entre paso y paso.
Éstas son sus propias fotos y ahora las comparten con nosotras y nosotros, como quien comparte un tesoro. ¿No es la mayor generosidad?
¿Qué hay tras cada una de ellas a simple vista? ¿Jugamos a imaginar? ¿Cuántos cuentos nacerán de ellas?
Alguien empezó a escribir ya.
María Pedraza