LA VIDA QUE ME ENSEÑASTE

Tú me enseñaste a soñar, me diste el bolígrafo para escribir mi historia, me escuchaste y apoyaste en cada paso que daba, me miraste con esos ojos profundos y nostálgicos para enseñarme en silencio que el dolor se combate con esperanza; que la vida es complicada, pero nunca lo suficiente para perder la sonrisa; que el que lucha por justicia es el verdadero libre; que callarse ante la injusticia nunca debe ser una opción; que las oportunidades si no se dan se crean; que en el rincón más inhóspito del mundo hay vidas.
Vidas que crecen, ríen y sueñan, vidas que sufren, sanan y siguen. Pero, sobre todo, vidas que aman, vidas que creaste tú.
SMB

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