LA IMPORTANCIA DE LOS BIBLIOBUSES

Cuando por razones de distancia los lectores no pueden desplazarse a la biblioteca, la biblioteca sale al encuentro de los lectores.

A eso de las cuatro y media de la tarde, arrancan los bibliobuses desde sus respectivos nidos y se desplazan por las sinuosas y complicadas travesías de los campamentos, sorteando todo tipo de obstáculos para llegar a las dairas más alejadas. En su interior, los bibliotecarios se preparan para que la tarde se llene de libros, de risas, de palabras nuevas y de personajes de cuento.

Se detienen los bibliobuses y, como atraídos por una música compuesta con sonidos de motor, empiezan a salir lectores desde todos los rincones de la daira. Una alfombra se despliega sobre el duro terreno. Y si el viento o el frío no lo permiten, el interior del bibliobús se convierte en biblioteca. Todos se sientan. Se hace el silencio y se abren las puertas de la imaginación por las que entran multitud de seres de lo más variopinto. Por la mente de los niños desfilan animales sorprendentes, ogros, hadas, niños de otros países, ciudades y ríos, desiertos y mares. Y muchas palabras y muchas ideas que, cuando se cierra el libro, se han quedado guardadas en sus mentes y salen a borbotones en sus dibujos , en sus pequeños escritos, en las respuestas que dan, en las preguntas que hacen. En sus juegos y en la alegría que destilan.

Y antes de que los bibliobuses partan de nuevo hacia su biblioteca, un tiempo para el préstamo, servicio que se ofrece también a todos los adultos

Los bibliobuses del Bubisher hacen posible que esto suceda cada tarde en las diferentes dairas de las diferentes wilayas. Porque leer es un derecho y nuestro deber es contribuir a que toda la población de cada campamento pueda disfrutar de él.

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