LA CANTERA DE LOS CUENTOS

Ha crecido con un cuento en las manos, a la sombra de los porches y los jardines del Bubisher, y atendiendo a cada palabra de las bibliotecarias. Alguna de estas fue como ella, hace ya más de diez años, y la que vemos en las fotos tal vez lo será mañana. No tiene nada que envidiar a la técnica de un David Acera o Félix Albo, el libro como ventana, la palabra como faro. Y ¿los que escuchan y preguntan? Ahí están, dispuestos a tomar el relevo cuando llegue la hora. La hora de los cuentos. Los que iluminan y transforman nuestras vidas.

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