Hasta ahora ningún Enviado Especial del Secretario General de la ONU para el Sahara Occidental ha tenido un nombre tan sugerente como Staffan de Mistura y eso que -durante este conflicto- ya han pasado por la Secretaria General de la ONU siete mandatarios que han enviado representantes personales o enviados especiales sucesivamente hasta a seis altos diplomáticos, de los que han dimitido varios al no conseguir ningún resultado en la resolución del problema.
El pasado día 14 de abril de 2025, de Mistura dijo en las Naciones Unidas que “la participación plena y activa de las mujeres saharauis en el proceso político es esencial para construir un futuro digno para su pueblo”.
Ignoramos los dossiers de que disponga el Enviado Especial sobre la cuestión saharaui, pero el conflicto y los actores intervinientes no tienen nada que ver con Afganistán, Irak o Líbano – escenarios de rotundos fracasos de Naciones Unidas- en los que el también ejerció estas labores de mediación.
Y es que las mujeres saharauis ya ejercen ese papel activo que vindica el Sr. De Mistura con una cierta y – hay que señalarlo- apolillada corrección etnográfica.
Por eso desde el Bubisher invitamos de corazón al Enviado Especial y le proponemos que cuando viaje a los campamentos de Tindouf, visite nuestras bibliotecas. Comprobará la cantidad de mujeres que ejercen una participación plena y activa. Para empezar verá que casi todas nuestras bibliotecarias son mujeres y que las bibliotecas se coordinan con las bibliotecas escolares (al igual que en la Suecia natal del Enviado Especial).
Es probable que durante su viaje, cuando se necesite traducción, sea una mujer la traductora y que cuando visite las wilayas tenga como interlocutora a alguna gobernadora.
Cuando nos visite, además de ofrecerle leche de camella y dátiles – como marca la tradición- nuestras bibliotecarias le regalarán un ejemplar de “Flores de papel”, de Ebbaba Hameida, doctora en periodismo, nacida en los campamentos.
Y si por un casual quisiera tomar una pizza, o bañarse en un hammam podría hacerlo, porque a pesar de la precariedad varias mujeres emprendedoras han creado este tipo de servicios haciendo de la morosidad de Naciones Unidas, virtud.
En el caso de que los estrictos tiempos y protocolos diplomáticos le permitieran tomar un té, no le aconsejo que lo haga en la jaima de mi amiga Gajmula Lehdad porque es capaz de ganar al dominó mientras lo prepara.
Y no crea, Sr. De Mistura que este protagonismo de las mujeres saharauis se da exclusivamente en círculos intelectuales o restringidos, ya que las escuelas son mixtas y desde pequeños las niñas y los niños saharauis comparten las aulas. Por eso, si usted diera allí una charla es probable que una mujer como la de la foto le haga una pregunta. Saliendo de la sombra. Pidiendo la palabra
Emilio Sánchez