Muchas veces (y aún no son bastantes) hemos hablado de lo que Hassanna Bachir aporta al Bubisher además de su habilidad y voluntad para construir y para arreglar todo lo que se estropea: alegría, entusiasmo, apoyo y cariño. Se lo ha dado a cada voluntario y sin excepción desde que se incorporó al proyecto, y cuando pensamos en el viaje del próximo voluntario respiramos tranquilos porque sabemos que Hassanna le esperará en Tinduf y no le dejará solo hasta que tome el avión de regreso.
Así que ya era hora de que alguien le devolviera a Hassanna un poco de su bálsamo. Inés. A él y a Skeirit, el socio y compañero siempre fiel. Tienen también a Roge, el joven arquitecto que dirige la construcción de la Biblioteca Pública de Bojador, del proyecto Bubisher. Y todos juntos se realimentan, y hacen de la construcción de la nueva biblioteca lo que debe ser, lo que es: una fiesta. Una fiesta que no lo será del todo hasta el día en que los niños y los jóvenes de Bojador llenen sus mesas y vacíen sus estanterías.
Inés lleva casi tres meses seguidos allí. Fue para dar sus conocimientos a los alumnos de la Escuela de Cine Abindin Saleh, con algunos de los cuales había rodado la película Leyuad u leyuad, ya en su fase final. Ahora ha enseñado montaje, después de pasar todo el verano con Brahim Chagaf montando, segundo a segundo, la película. La imagen y el cine son su pasión, pero los fines de semana vuelve a Smara y al Nido, porque ella forma parte del Bubisher. Es una de las representantes de la nueva generación, y se ha convertido ya en la síntesis a la que todos aspiramos: ciudadana del mundo, pero tan asturiana como saharaui, o al revés.
Y el capítulo final de esta temporada de la serie “Inés G. Aparicio”: tenía billete para dentro de unos pocos días, pero lo ha cambiado para algo más tarde, para disfrutar, una vez acabado el curso de montaje, de la paradójica paz del exilio, para ser una más. Y para reír un poco, o un mucho, con Hassanna y Skeirit, con las bibliotecarias y los monitores, con Ebnu, el Buen Guardián, con los niños y niñas de las tres wilayas en las que el Bubisher ya es real. Para poner las primeras bases de lo que será, inchallah, la cuarta wilaya. Para hacer el té con hierbabuena.
Inés mira a través del objetivo muchas veces, pero nosotros miramos a través de sus ojos siempre.