HOY, MAÑANA, SIEMPRE

Un día no es nada si no se convierte en año, en ciclo completo, en vida. Muchas veces decimos que la solución para el drama de la emigración no es abrir nuestros brazos caritativos, sino acabar con las causas que empujan de día y de noche hacia una patera de luto. De la misma manera la solución para la discriminación de género no es abrir los brazos de discursos paternalistas, sino dar responsabilidad por méritos y no por pantalones, de igual a igual. De poco sirve repetir los tópicos del protagonismo de las mujeres saharauis que levantaron los campamentos, las jaimas, los hospitales y las escuelas, el cliché de la tierna fuerza y la belleza de las mujeres del Sáhara si no se confía de igual a igual jaima, hospital, biblioteca y escuela, ministerio y presidencia. El debate no es la mehlfa sino los derechos de quienes la llevan.

El día de la mujer no es hoy, es mañana, es siempre.

G.M.

Foto: WITA ALIEN

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