Durante los últimos días de abril, Laura Albalat y Marta Furió, bibliotecarias de las Bibliotecas Públicas Municipales de València y Borja Fuster, vicepresidente del COBDCV y bibliotecario de Potries, viajamos a los campamentos de personas refugiadas saharauis, para desarrollar el proyecto de cooperación y colaboración solidario ‘Gestores de información en acción’, del Col·legi Oficial de Bibliotecaris i Documentalistes de la Comunitat Valenciana (COBDCV).
El proyecto se llevó a cabo en cuatro de las cinco bibliotecas Bubisher de los campamentos: Smara, El Aaiún, Auserd y Bojador. En ellas se realizó el taller «¡Qué no te engañen! Noticias falsas & Inteligencia artificial», con el fin de dotar a las personas participantes de las herramientas necesarias para identificar y combatir la desinformación.
Contamos con la ayuda indispensable de las bibliotecarias y bibliotecarios de todas las bibliotecas, que además de participar en la formación, se ocuparon de la promoción del curso días antes, de gestionar la participación de alumnas de diferentes centros de formación secundaria y de adultos de los campamentos, y de facilitarnos la comunicación, traduciendo y ayudando a interpretar los conceptos a las personas con dificultades con el español.
El taller consistía en una introducción teórica, donde se precisaron algunos conceptos, centrándose en la definición y efectos de la desinformación, la difusión de información falsa con intención de manipular a la opinión pública y los diferentes tipos de desinformación.
A continuación, una parte práctica, donde se vieron, mediante ejercicios, algunos métodos de verificación, para contrastar información, comprobar fotografías y videos, y verificar cuentas en redes sociales. Además, se completó con una explicación sobre la manipulación y cómo combatirla.
Finalizamos las formaciones con algunos consejos para el uso adecuado y eficiente de algunas aplicaciones de inteligencia artificial y un ejercicio en el que aprendieron, mediante aplicaciones de IA, a crear o transformar fotografías.
El proyecto se complementó con un dosier, que prepararon Marta y Laura, que se dejó en las cuatro bibliotecas donde estuvimos, y que también se hizo llegar a la biblioteca de Dajla, junto con el material utilizado en las formaciones, para que pudiera ser utilizado por el personal de las bibliotecas para impartir ellas mismas los cursos. También distribuimos material escolar, fruto de la colaboración solidaria recogida a través de nuestros contactos, para dejarlo a disposición de todas las bibliotecas.
Aprovechamos las tardes para compartir, con el personal de las bibliotecas Bubisher de Smara y El Aaiún, las actividades de fomento lector con los niños y niñas, tanto en las bibliotecas, como en varias salidas con los bibliobuses a las dairas más alejadas de las bibliotecas. Esto nos permitió descubrir el interés y la alegría que despertaba la llegada del bibliobús, y como rápidamente congregaba a los más pequeños a su alrededor. Después de la lectura y narración de cuentos e historias, se realizaban actividades y talleres relacionados, que amenizaban las tardes de la población infantil.
Nuestra visita a las bibliotecas, también nos permitió encontrarnos con la población local, que nos facilitaron las visitas a diferentes centros educativos, colegios y escuelas infantiles, y a conocer otros lugares, como el centro de cerámica o el museo de El Aaiún.
Disfrutamos durante unos días de la hospitalidad de Suadu, una de las bibliotecarias de El Aaiún, que nos acogió en su casa y nos permitió conocer y gozar de la vida familiar, y saboreamos el té al estilo saharaui, tanto en casa, como en una salida a las afueras del campamento.
También podemos destacar el encuentro con la periodista local Nana Maruf, en la biblioteca de Bojador, con la que conversamos largamente sobre la situación actual del Sahara, las perspectivas de futuro de la gente y su situación, tanto en los campamentos, como en los territorios liberados y en la diáspora, y que nos acompañó a visitar el Centro de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis. Con Nana, además, pudimos deleitarnos con el té que nos preparó durante el atardecer en el desierto, puesto que nos invitó a la jaima de su familia que se encontraba instalada entre los campamentos de Smara y Bojador.
Retornamos a casa el día 2 de mayo, con sentimientos encontrados. Por una parte, con la sensación positiva de que habíamos conseguido aportar conocimiento y herramientas contra la desinformación. Pero con el convencimiento de no haber hecho suficiente, puesto que llegamos a un número muy limitado de personas. Y con la esperanza de volver más adelante, y también, de poder ayudar desde España a dar continuidad a estas formaciones, tan necesarias en estos momentos que estamos viviendo.
Laura Albalat, Marta Furió, Borja Fuster,