ESTAS MIRADAS QUE TANTO DICEN

¡Dicen tantas cosas!

Dicen frutas, frutas y frutas. Y sonríen a la vida a pesar de que han nacido en ese Infierno llamado la Hamada. Sus miradas parecen decir: sé como yo, sé como nosotros. Sonríe. Sonreír a la vida es lo que hay que hacer todos los días. Sus miradas y sonrisas parecen decir eso. Unas sonrisas y miradas francas, hermosas, llenas de alegría e imaginación.

Nos miran desde sus clases y parecen lanzarnos un estribillo:

Frutas, frutas, frutas.

Frutas en una nube verde blanca. Gorras de manzana y naranja. Frutas conocidas o imaginadas ¿en una nube o red Atrapa Frutas?  Sonrisas y más sonrisas. Bellos ojos como dos aceitunas limpias y brillantes. Dedos verdes, ramas verdes, sonrisas verdes. Sonreír a la vida, siempre, a pesar de la dureza de la vida.

Imaginar que hasta hace pocos años todas esas frutas con las que juegan y aprenden en las instantáneas, eran algo que, ni siquiera estaba en la imaginación de sus padres y abuelos.

Siguen sobreviviendo, a pesar de la guerra. Siguen estudiando, a pesar del encarecimiento de los productos, de la inflación galopante, a pesar de las carencias. Siguen leyendo e imaginando un mundo más saludable, más sostenible. Un mundo más justo y mejor.

Liman Boisha

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