EN LA HUELLA DE CHEJ EL MAAMI Y BUMARA

Un día que ya nos parece remoto tuvimos en nuestras manos una esquemática gramática de hasanía, el dialecto saharaui, escrita a mano por Chej el Maami. Quería el sabio y poeta, el “hombre del libro” de finales del siglo XVIII, que los niños de los nómadas aprendieran a leer y escribir no ya en árabe, que también, sino en su lengua de pastores, tan rica y precisa como natural de la tierra que era. Soñamos entonces con seguir aquel camino, porque la cultura es tan imprescindible como el agua para el nómada pastor. El Bubisher nació de aquel y de este sueño, siguiendo humildemente las huellas remotas de El Maami y de Mohamed el Tolba. Y para que se hiciera realidad nos ayudó un hombre único, Antonio Pomares, “Bumara”, a cuya memoria está dedicado el Nido bubishero de Smara, y parte de sus cenizas (incluídas, seguramente, alguna de “Ducados”) alimentan una hermosa talja en el patio/jardín de la misma biblioteca. Capitaneaba Antonio su proyecto, “Sáhara habla español”, junto con Enrique López, que fue en puridad el primer conductor del primitivo camión. Bumara era especialista en El Maami, y estaba enamorado de su Kitab al badiati, “El libro del desierto” , en el que el poeta y sabio detallaba hasta el detalle de la vida nómada en los confines gaseosos de “La línea del miedo”. Y el miedo mayor de los dos, El Maami y Bumara, era la pérdida de la identidad, la aculturización de un pueblo. Para eso luchamos cada día un puñado de locos voluntariosos aquí, y un pequeño ejército de “desminadores de la cultura” allí. De aquella gramática, estas bibliotecas…

Gonzalo Moure

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