EN EL VACÍO DE LA HAMADA

Puede que se llame Brahim o Samir, su nombre no importa. Se ha echado el elzam sobre la cabeza para evitar el polvo que flota y que cae sobre todas las cosas. Comprará patatas, cebollas y volverá sobre sus pasos, que el viento ya habrá borrado. Y allá, en el vacío de la hamada, junto a la rueda del jeep, pelará las patatas mientras mira los terraplenes de arena y piedra que forman el muro, Al Yidar, y los carros blindados, los soldados enemigos que custodian la tierra ocupada, y el viento le dará en los ojos. Los llenará de arena, de lágrimas, mientras pela patatas. Y no hay nada, ni nadie y Bu Lautad está lejos, está tan lejos, decía el poeta. Entonces él rebusca en su bolsa, saca el libro y siente el consuelo de su verso, mientras pela patatas.

¡Qué lejos está Bu Lautad esta vez!”
Mohamed Uld Ahmed Merhba

Mónica Rodríguez

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *