EL SITIO DE MI RECREO

De pequeño tiraba de un carricoche.

Ya soy mayor y ahora voy en bicicleta, y de las buenas.

Pero no quiero engañaros, no sé si es la misma foto.

La verdad es que tampoco  sé si yo soy el mismo niño.

Hombre, el paredón es el mismo, mi sonrisa no es que haya cambiado mucho, la verdad, pero el paredón sigue siendo el mismo. 

Y me daba contra él lo mismo cuando corría con mi carricoche que montado en mi flamante bicicleta.

¡Y mira que tenía espacio! Me daba igual, el patio de mi escuela, el sitio de mi recreo, no era lo suficientemente grande para mis juegos infantiles, y eso que aquí parezco tranquilo, como posando, con la bici y con el carricoche. 

Pero luego, fuera de plano, miro a la pared de las ocho ventanas y decido irme. Voy a abrir todas esas ventanas de par en par; tal vez se caiga el paredón pero mi bici es de carreras, mi sonrisa, de saharaui, y mis ganas de crecer, de BUBISHER.

¡Que nadie se me ponga por delante, no tengo frenos!.

Javier Bonet

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *