Desde los primeros días de la Revolución Saharaui, las mujeres han jugado un papel muy importante. Muchas abandonaron sus hogares para escapar de los bombardeos de las fuerzas invasoras. Tuvieron que caminar cientos de kilómetros a pie y soportar el hambre y el cansancio para llegar a zonas seguras con sus hijos, más allá de la frontera con Argelina. Cuando se organizaron los campamentos de refugiados, fueron ellas las que tuvieron que construir escuelas y hospitales, debido a la ausencia de sus hermanos y maridos, que luchaban en la guerra.
Desde los primeros días del exilio, las mujeres afrontaron la escasez de medicinas y alimentos. En los campamentos reinaba el dolor, cada vez que se anunciaba la caída en los combates de algunos guerrilleros, lo que provocaba un aumento del número de viudas y huérfanos.
Hoy, después de mas de cuatro décadas de la revolución, las mujeres están presentes en los campos de la salud, la educación, la administración, el parlamento y el gobierno. Las mujeres, como el resto de la sociedad saharaui, están más decididas que nunca a continuar la lucha armada hasta que se logre la independencia en el Sáhara Occidental.
Suadu Mahsan, bibliotecaria Bubisher de El Aaiún