
El Pandas fue un club de futbol base que, desde Santander, nutrió de jugadores a muchos otros equipos hasta que desapareció hace un par de años. Su uniforme constaba de camiseta amarilla con detalles verdes y pantalón amarillo. ALOUDA CANTABRIA ha conseguido que esos colores vuelvan a corretear por los campos de juego, no por los verdes y ricos campos de Cantabria sino por los amarillos y pedregosos de la hamada argelina. A la espera de que un importante proyecto de fútbol femenino vea la luz (en eso seguimos, amiga Suadu, amigo Mohamed, no nos hemos olvidado de ello) las más pequeñas de El Aaiún ya pueden emular a las mismísimas Aitana Bonmatí o Alexia Putellas.
Van a sustituir al gracioso panda por el no menos divertido bubisher como mascota del equipo. En la foto podemos verlas posar en la biblioteca que les sirve de sede social, como corresponde a cualquier club que se precie. Fijaos en sus caras, sonrientes y atentas al objetivo de la cámara. ¿De la cámara? no, su objetivo va más allá, nos están diciendo que son chicas que van a jugar a fútbol, que no se lo van a poner fácil, que lo van a hacer muy bien, y que nadie les va a impedir soñar en ser algún día grandes estrellas, incluso conseguirlo. De momento, ya parecen un equipo de verdad, con su uniforme y todo. Ellas, como dice Rozalén, están empezando a dibujar su puerta violeta en la pared, desplegando velas nuevas, con un bubisher en su garganta que vuela con fuerza para despertar en un prado verde muy lejos de allí. Donde habrá seguramente osos panda devorando kilos y kilos de bambú verde y amarillo.
Javier Bonet