BOTELLA AL MAR
(Mario Benedetti)
Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles.
18 mayo, 2009 en 2009-05-18T12:42:00+00:000000000031200905
Que la tierra le sea leve.
Un abrazo.
18 mayo, 2009 en 2009-05-18T14:16:00+00:000000000031200905
Cómo hubiera disfrutado Mario colaborando con Palma, Bea, Luisa y Javi (y todos), en «A por el mar…»
Sería un loco más del Bubi, seguro. Al fin y al cabo, y parafraseando a su paisano Quintín Cabrera, «í‰l murió en Montevideo, junto a un río como mar…»
19 mayo, 2009 en 2009-05-19T15:38:00+00:000000000031200905
Este poema lo dedicó Benedetti al pueblo saharaui.
RASTROS
Mario Benedetti
Un país lejano puede estar cerca
puede quedar a la vuelta del pan
pero también puede irse despacito
y hasta borrar sus huellas
en ese caso no hay que rastrearlo
con perros de caza con radares
la única fórmula aceptable
es excavar en uno mismo
hasta encontrar el mapa
20 mayo, 2009 en 2009-05-20T10:22:57+00:000000005731200905
me alegro de encontrarlo en todos los sitios y aquí más aún.
besos
20 mayo, 2009 en 2009-05-20T19:27:32+00:000000003231200905
Usted me ha dejado el camino sencillo de la poesía
Â
Su muerte se junta con otras muertes,
con las nostalgias que arrastro
por otros seres
que viven en mi memoria
como viejas luciérnagas.
Â
Y me he puesto a llorar aquí tan lejos,
con un poco de letras untadas en un libro,
no obstante,
se,
por el brillo en el montículo de mi mano,
que usted es verdad,
que no se esfuma,
que usted existe,
que usted no acaba.
Â
Me lo dijo el roble amarillo
que estaba a orillas de la carretera,
me lo dijo el mar transparente y calmo.
Â
Todo cuanto hago
me recuerda su esencia
sutil y bendita.
Â
¡Que carajo!,
entonces sí queda algo
que la muerte no vence.
Â
Minor Arias.
20 mayo, 2009 en 2009-05-20T21:05:27+00:000000002731200905
Uau, Minor, vaya poema, me ha dejado con la boca abierta, enhorabuena y saludos desde la ventana de Vigo a la puerta de Costa Rica.