EL ESPINAR, LA GASOLINA DEL NUEVO BIBLIOBÚS

Todo empezó en esta reunión. En ella El Espinar, que hoy tirita bajo la nieve segoviana, se convirtió en una daira más de El Aaiun. Porque la reunión y cena solidaria, convocada para el 19 de diciembre de 2019 por el Colectivo Espisáhara, tenía como objetivo hacer posible que el nuevo bibliobús echara a rodar cuanto antes.

Y así fue. De la mano tan tierna como fuerte de Laura Colmenero, se logró una importante inyección económica que se añadía al enorme río de solidaridad que tuvo también otra de sus máximas expresiones en la donación del ayuntamiento de Mota del Cuervo, en Cuenca. De aquella cena el rumor del motor del bibliobús conseguido por la Associació Lleida pels Refugiats.

Ni sabemos ni queremos hacer las cosas de otro modo. Que los niños y jóvenes que hoy ven pasar junto a su jaima el bibliobús del Bubisher, sepan que ello es posible porque miles de personas sencillas de toda España se unen con ellos, mano con mano, en el anhelo de la cultura, de los sueños, de la lectura y la escritura, de la memoria y el futuro, de la tradición saharaui más pura y la pertenencia a una cultura universal y libre.

Es difícil olvidar otros momentos de esta pequeña hazaña, como la donación y venta de dibujos de Guillermo Martín Bermejo, o la presentación del libro Arena y Agua de Mónica Rodríguez. O como cuando el Instituto Arcipreste de Hita organizó su mercadillo solidario, o la cena con La Tertulia del mes y Liber Tatem… ¡Y qué buenos recuerdos de la gente normal haciendo cosas anormalmente grandes!

Ahora todo El Espinar siente el orgullo de lo bien hecho, y se propone seguir adelante, porque lo importante no es lo conseguido, sino lo que todavía hay que conseguir. Sukrán, Espi kebir.

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