Hoy se “celebra” ese día, hoy, cuando esta maldita pandemia ha cercenado de un tajo todas las buenas voluntades de millones de voluntarios de todo el mundo muchos de los cuales hoy estarían haciéndola mochila para viajar aquí y allá, donde más necesarios se sintieran. Hoy velamos al Voluntario Desconocido, y tratamos de consolarnos pensando que esto pasará y se volverán a preparar las mochilas. Pero el día de hoy no volverá. Hoy muchos más millones de seres humanos necesitarán tu solidaridad y crees que no la tendrán.

O sí. Hay muchas formas de ser voluntario, y cuando no puedes ir allá, puedes serlo aquí. No, no hay voluntarios del Bubisher ahora en los campamentos de refugiados, pero los hay a cientos en sus casas, en sus colegios, institutos, bibliotecas… Haciéndose socios del Bubisher, regalando “Arena y Agua”, “Nómadas de acogida”, “Ritos de jaima”, “El cazador de estrellas”, “El niño de luz de plata”. Llevando esos libros a sus centros escolares para que los de allí reciban nuestra solidaridad y para que los de aquí aprendan el significado de tan bella palabra. Compartiendo un video, rompiendo en tu círculo el muro del silencio. Sí, hay lugar para el voluntariado, aun en tiempos de confinamiento.