Cuando hace ya más de tres años me uní al sueño del Bubisher, no podía estar más lejos de imaginar que un día llevaría el proyecto a la universidad. Pero para mis alumnos y para mí se estaba abriendo una experiencia de enseñanza de la solidaridad y la tolerancia tan decisiva que al final así ha sido. Y dónde sino en la Universidad de Ciencias de Ciencia de la Educación de Málaga.
El día 2 de mayo, en las Primeras Jornadas Nacionales de Evaluación Educativa, el Bubisher ha volado por las aulas universitarias, ha acariciado los oídos de los alumnos.
He participado en un taller que trataba el tema de evaluar los 
aprendizajes en contextos educativos, y más concretamente la competencia
lingüística. Para mí era una gran responsabilidad, pero ha sido un trabajo precioso, porque me ha dado la oportunidad de volver a revivir el maravilloso tiempo pasado en los campamentos, además de todo lo vivido en el aula.
Es otra forma de ver el trabajo del Bubi, que no solo es bueno para los
 campamentos, sino que aquí también me ayudó a mejorar el nivel de lectura y escritura de nuestros chavales. Nos sigue ayudando a que sean más solidarios, a enriquecerse con otra cultura,  a apreciar la diferencia como positiva…. en definitiva a practicar : » EL ARTE DE COMPARTIR».
 Los protagonistas de esta historia   son  los alumnos  del CEIP Julio Caro Baroja, Gonzalo y los niños de Smara, donde compartimos, cartas, poesías, cuentos y sueños. Y la emoción y la magia  aparecieron en la Universidad y tocamos  el cielo. Como un canto a todo lo valioso que hay en esta vida y que contienen los libros… Y yo tuve la suerte de acompañarles a todos en el vuelo del Bubisher.
Ahora hemos compartido esa magia con la Universidad. Y nos sentimos orgullosos.

Porque estamos convencidos que los niños son iguales en todos sitios y
se emocionan con las mismas cosas. En definitiva, unos niños que
cuentan ,hablan, escriben y escuchan conformarán sin duda una sociedad
mejor. No dejaremos de creer en la palabra, en la poesía, porque ellas
sí  pueden cambiar el mundo. Tanto allí como aquí.

Yolanda Claros