DOS PALABRAS: OLVIDO Y CENSURA

Estos dí­as el Cervantes ha mantenido un pulso con el Sáhara. A su propuesta de la elección de una palabra muchos hemos respondido con «Olvido», atendiendo una propuesta de luchadores como Salvador Pallarés, el Poemario y otros. El Cervantes (que no Cervantes, Cervantes lo habrí­a tomado con buen humor y generosidad), ha respondido tachando la palabra: «Usted no está autorizado a visitar esta página». Es decir, ellos han elegido la palabra «CENSURA».

Son ellos los que no están autorizados a visitar esta página de la historia. El Cervantes gasta y gasta en cualquier hotel de lujo del mundo, pero ni un céntimo para los niños saharauis que aprenden español en libros sin Ñ. Vergí¼enza, era otra palabra elegible.
La Generación de la Amistad sigue adelante, cada dí­a, en una guerra de guerrillas, demostrando que ellos leen y escriben en castellano. Hoy, dos textos, uno de Zahra Hasnaui, el otro, en una prosa estremecedora y cada vez más bella, es de Limam Boisha.
Con orgullo, los llevamos en el Bubisher.
LA EÑE EN EL SAHARA

Al parecer el origen de la eñe se remonta a la Edad Media. Parece creí­ble el hecho de que algún escribano, con dedos entumecidos y hasta el gorro de tinta, decidiera economizar y señalar las dobles enes con este signo tan representativo hoy del español, aunque no exclusivo.
 
Me recuerda el signo de la eñe uno del árabe: la shadda. Un signo auxiliar para indicar la existencia de una consonante doble, una virgulilla en forma de w minúscula. ¿Conocerí­a el creador de la eñe la shadda del árabe?
 
Hay un pueblo, el saharaui, que habla los dos idiomas: el árabe y el español. Desde hace más de tres decenios, la shadda se ha convertido en estrella lingí¼í­stica, en detrimento de la eñe. En las zonas ocupadas, por imposición polí­tica; en los campamentos, por falta de recursos. De hecho, la mayor parte de los libros en español carecen de la peculiar letra ya que se publican en paí­ses escandinavos.    
 
En este dí­a de celebración del español, los amantes de la eñe reclamamos una vez más a las autoridades de la lengua española las medidas pertinentes para dotar a esta dama del lugar merecido en las letras del desierto.
 
  
 
Doña Eñe
 
La Efe:         Es una chula,
 
te lo digo yo,   
 
mira cómo mueve
 
el flequillo.
 
La Che:         Bueno, menos aires,
 
que es cejijunta,
 
como la tí­a Facunda,     
 
y de origen,
 
una virgulilla.
 
La Eme:        Qué va,   
 
chiquilla,
 
es una espí­a,
 
disfrazada
 
la he visto,
 
en Portugal, creo.   
 
La Jota:        Anda, y en Francia,
 
de gabardina.
 
La Ese:         Pues a mí­ me suena…     
 
La Eme:        Claro, tú es que eres
 
del desierto.    

  
Zahra Hasnaui Ahmed

 
—————————————————-

 
LA VISITA DEL ILUSTRE

La tormenta abrió el dí­a, los anfitriones no pudieron agasajar al  ilustre visitante con los dos cuencos: uno lleno de leche de camella y el otro de dátiles. El cuenco de leche es sí­mbolo de buenos deseos. Paz lí­quida que se ordeña y es ofrenda. El dátil es el fruto sagrado, la semilla que nutre, el complemento perfecto.  
 
Dicen que el viento de arena que siempre acompaña esas visitas es el espí­ritu de un lamento colectivo que alza la voz y se viste de tormenta y es también azar desnudo, en su eterna fuga, que vuelve y se va.
 
Esa mañana los refugiados llegaron de todas partes, y como hogueras alumbraron ese trozo de desierto, donde iba a ser recibido el Hombre del Norte.
Rama de dolor es la anciana que permaneció sentada horas y horas encima de una piedra pintada de cal con su rosario de ébano, latido de plegarias y ruegos, para narrar su épica de sobreviviente. Al borde del camino un grupo de niños esperaba con sus darráas blancas. El pelo de las muchachas de túnicas negras y nila sembrado de coloridas perlas danzaba agitado por la furia del viento.
 
La tormenta afeaba el dí­a, tanto si aflojaba como si se intensificaba. Arrugaba los rostros, cegaba las gargantas y aplacaba los gritos de la multitud. La arena se colaba en los ojos, entre los dientes, en los oí­dos, en los pliegues de la ropa. Alcanzaba los poros, se filtraba por las venas y batí­a en el reseco cuenco de la mente los sueños y los secretos.
 
Y llegó el ilustre, la fuerza de su Pájaro de Hierro, levantó un rabo de tempestad que cubrió más si cabe, el apagado camino. Bajó y ajustó bien sus gafas, también lo hizo su mujer que estaba a su lado. Caminaron sobre esa tierra prestada, alfombra de arena y piedras. «Dios mí­o, ¿quién puede sobrevivir aquí­?» el pensamiento de la dama anidó una fracción de segundo y en seguida lo apartó como una mosca por temor a incubar en su mente un destello de compasión.
 
El séquito de trajes y corbatas, cruzó el mar de olas verdes, blancas, rojas y negras. Cruzó tropas y armas. Hombres de pie encima de sus dromedarios. Cruzó rostros, simples rostros sin badí­a, deshojados, abrasados por la sal del destierro y hermosos y tristes y desafiantes y alegres y misteriosos. Cruzó manos que sonreí­an en el aire y dedos que raspaban las escamas del viento.
 
Al final del camino el visitante bajó de su lujoso coche y saludó a los ancianos vestidos todos con sus mejores darráas y turbantes de sombra y sed. Saludó a una fila de cataratas y venas ya temblorosas, que le miraban directamente a los ojos: «no somos una herida pequeña, somos una herida».
  
Dentro de la Gran jaima habló y arañó más concesiones y ni siquiera probó la leche y los dátiles. Sólo trajo tormenta y se fue.
 

Limam Boicha 

6 respuestas a DOS PALABRAS: OLVIDO Y CENSURA

  1. Creen que pueden acabar con las palabras o manipularlas a su antojo… ¡Ilusos!
    Es una lástima que nuestra lengua esté en sus manos.
    Pero no, no es cierto, la lengua se rí­e de ellos y con ella, el socarrón don Miguel, Cervantes ¿quién si no?

  2. Yo fui una de las personas que votó por olvido, y copio-pego el texto de la campaña el el mensaje. Me acabo de enterar de la censura a la que sometieron mi voto y el de otros. Ya me extrañaba a mi tan pocos votos a la palabra con la movilización que habí­a en facebook.
    Otra palabra: Rabia.

  3. Flipad conmigo la respuesta de la web de "EL DIA E", o sea la censuradora de olvido, a mi correo por la censura. Les he pedido una explicación porque no la entiendo. Y encima el formulario no admite acentos, vaya kk de iniciativa (con perdón). Copio:

    De: eldiae
    Asunto: Re: [contacto] CENSURA DE LA PALABRA OLVIDO
    Para: "El DíƒÂ­a E."
    Fecha: sábado, 20 junio, 2009 7:39

    Correcto.

    La palabra está bien. La explicación sobra.

    Conx enviíƒÂ³ un mensaje usando el formulario de contacto personal de
    http://www.eldiae.es/contact.

    Remite: Conx
    ¿CíƒÂ³mo puede ser que en una píƒÂ¡gina como íƒÂ©sta se deniegue el acceso a la palabra OLVIDO. í‚¿Es acaso CENSURA la palabra preferida del Instituto Cervantes?

  4. Para mí­ la respuesta es seguir. Con, por ejemplo, los textos de Zahra y Limam. Con, por ejemplo, el Poemario. Con, por ejemplo, el Bubisher. Con, por ejemplo, el trabajo de "Sáhara habla español".
    Ese es el camino.

  5. El correo que les he enviado hoy, conmigo están siendo muy poco amables, ¿alguien entiende esta actitud chulesca?

    De: conx
    Para: eldiae
    Pues yo soy muy mala entendedora; su actitud me parece muy poco profesional y cada vez están haciendo más el ridí­culo; sea usted quien sea está representando una iniciativa del I. Cervantes y despreciando a una persona como yo que entre otras cosas pago mis impuestos para que se elijan palabras representativas del español como paella, ligar, fiesta o gilipollas como se pudo escuchar ayer, no sin vergí¼enza ajena, en el telediario; y de remate veamos cómo se censuran palabras. Bien seguros están de que ningún medio va a sacar esto, si no tendrí­an bastante más cuidado y educación.

    Sigo esperando explicación.

    — El lun, 22/6/09, eldiae escribió:

    De: eldiae
    Asunto: Re: [contacto] CENSURA DE LA PALABRA OLVIDO
    Para: conx
    Fecha: lunes, 22 junio, 2009 12:14

    A buen entendedor…

    MI PREGUNTA:¿Me podrí­an explicar un poco más la respuesta?. Un saludo,

    — El sáb, 20/6/09, eldiae escribió:
    De: eldiae
    Asunto: Re: [contacto] CENSURA DE LA PALABRA OLVIDO
    Para: "El DíƒÂ­a E." conx
    Fecha: sábado, 20 junio, 2009 7:39
    Correcto.
    La palabra está bien. La explicación sobra.

  6. Han levantado (24/06/09) la censura de la palabra olvido, ya se puede ver.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *